29 may. 2024

La ideología tras la ideología de género

Por Sergio Cáceres Mercado – sergio209@lycos.com

Llamar ideología de género a la teoría de género es ideológico; es querer desviar la atención hacia cuestiones fútiles y evitar así que uno se concentre en el meollo del asunto. Cuando una teoría empieza a molestar es porque hace tambalear nuestras creencias más profundas. Es lo que hace hasta hoy el evolucionismo y por eso muchos aún lo denostan. Lo mismo ocurre con la teoría de género.

Lo que muchos enemigos de tales teorías no saben es qué son las teorías: conjuntos de conjeturas que están abiertas a ser discutidas en el ámbito científico. No son verdades indiscutibles como creen. Sin embargo, tales teorías están apoyadas en investigaciones, todas ellas bajo una construcción de instrumentos y otros elementos de análisis supervisados por argumentos racionales.

El llamar ideología a una teoría es en el fondo negarse a la discusión racional. Es temer a la ciencia porque en realidad no tenemos bases para discutirle o, mejor aún, nuestras posiciones son más bien dogmas basados en libros religiosos anticuados o en una tradición que nos fue traída por los colonizadores e impuesta a la fuerza, no por el amor ni la misericordia como muchos quieren hacerlo creer.

Lo ideológico, en una de sus acepciones más conocidas, es el proceso de ocultamiento de una realidad cultural maquillándola como si fuera una realidad natural. La teoría de género argumenta que muchas situaciones provenientes de nuestra condición sexual biológicamente determinada luego derivan en comportamientos que ya no tienen que ver con la biología, sino con condicionamientos culturales que crean situaciones de desigualdad social, moral y política entre las personas. Denunciar esto, por supuesto, no conviene a muchos grupos de poder, corporaciones religiosas y políticas sin escrúpulos.

La ignorancia, sumada al miedo, lleva al odio y la discriminación social, y en su menor expresión, a acciones como las de las iglesias cristianas que comunicado mediante quieren desviar la atención. Eso sí es ideología. “La verdad os hará libres”, decía el revolucionario al que dicen seguir. Se contradicen al negarla y, una vez más, no están a la altura de la transformación social que deberían encabezar.

La desigualdad social que se traduce en muchos actos de nuestra educación, nuestra identidad comunitaria y nuestro accionar político es perfectamente explicable por actos donde lo ideológico tiene una fuerza arrolladora.

Lo que ocurrió en nuestro Parlamento y en las iglesias es el reflejo de dónde debe apuntar la verdadera lucha contra la ideología.

Más contenido de esta sección
A poco más de dos semanas del inicio de las clases en las instituciones educativas oficiales, nos encontramos frente a un desolador y conocido panorama: el abandono de las escuelas públicas. En un rápido recorrido de UH por algunos establecimientos se comprueban pisos hundidos, techos con goteras, letrinas en vez de baños, sin acceso a energía eléctrica o agua potable. Ese es precisamente el estado de la educación pública en el Paraguay, un país desigual que les niega las mínimas oportunidades a sus niños y jóvenes.
Nos encontramos en medio de una nueva epidemia, esta vez es el dengue y la peor noticia, además del costo de vidas que está teniendo es el hecho de que se trata del mismo vector: el Aedes aegypti. Muy pronto la población y las autoridades olvidaron el impacto que tuvo dicho mosquito con la anterior epidemia, aquella vez de chikungunya, que dejó no solamente un tendal de fallecidos, sino además personas que sufrieron largas secuelas de la enfermedad. Resulta inaceptable a estas alturas que un mosquito siga causando crisis en nuestra salud.
No sé el motivo por el cual Hernán Rivas es tan importante para Honor Colorado. El hombre pasea su insolencia por los tres poderes del Estado con total impunidad y, pese a las evidencias de su impostura, sigue disfrutando de una inalterable protección política
A pesar de que ya se había advertido, desde el año pasado, que el verano podría llegar con una epidemia conjunta de dengue y covid-19, poco se ha hecho para evitar las terribles consecuencias de una nueva crisis en el sistema de salud. Las predicciones se están cumpliendo, atendiendo a los datos de Salud Pública; por semana se están contando los casos de Covid-19 y dengue con un aumento del 30%. Mientras, los servicios ya están comenzando a colapsar, mostrando preocupantes imágenes de pacientes en las urgencias aguardando ser atendidos.
El pasado miércoles Nenecho Rodríguez tomó la decisión más aplaudida desde que es intendente de Asunción: Suspendió sine die la vigencia del estacionamiento tarifado de la empresa Parxin.
Hasta hace unos días, creía que el término “nepo baby” era un neologismo creado localmente a raíz del actual escándalo de nuestro Parlamento. Wikipedia me informa que ya fue tendencia en TikTok en 2022, pues fue la palabra con la que los usuarios señalaban a los que se volvían famosos simplemente por ser hijos de artistas famosos.