El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a “silenciar las armas” en Gaza y a liberar a los rehenes cautivos desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, “para honrar el espíritu del ramadán”.
Israel volvió a bombardear varios puntos del territorio palestino, según las autoridades del movimiento islamista palestino Hamás, en particular la Ciudad de Gaza, en el norte, y Jan Yunis y Rafah, en el sur.
“El inicio del ramadán está cubierto de oscuridad, con sabor a sangre y hedor por todas partes”, dijo a AFP Awni al Kayyal, un desplazado de 50 años, en Rafah.
“Me desperté en mi tienda de campaña y lloré por nuestra suerte. De repente, oí explosiones y bombardeos. Vi ambulancias que se llevaban a los muertos y heridos”, relató, añadiendo que su familia “no tendrá comida en la mesa” tras la ruptura del ayuno el lunes por la noche.
Para intentar paliar la crisis humanitaria en Gaza, un primer barco fletado por la ONG española Open Arms y cargado con 200 toneladas de víveres está listo para zarpar de Chipre hacia Gaza, en el marco de un corredor marítimo anunciado por la Unión Europea.
El navío espera la autorización de las autoridades chipriotas para zarpar del puerto mediterráneo de Larnaca, a 370 kilómetros de Gaza.
Algunos habitantes acudieron el domingo a una playa al sur de Ciudad de Gaza con la esperanza de ver llegar el barco. “Dijeron que llegaría un barco cargado con ayuda y que la gente podría comer”, dijo uno de ellos, Mohamed Abu Baid. “Solo Dios lo sabe. No lo creeremos hasta que lo veamos”, añadió.
HAMBRUNA. Pero la ONU, que teme una hambruna generalizada en el territorio palestino, sometido por Israel a un asedio total desde el 9 de octubre, afirma que el envío de ayuda por mar y aire no pueden sustituir a la ayuda por vía terrestre.
La guerra estalló hace cinco meses con el ataque sin precedentes de comandos de Hamás en suelo israelí, en el que murieron unas 1.160 personas, sobre todo civiles, según un recuento de AFP a partir de datos israelíes.
Además, unas 250 personas fueron secuestradas y 130 siguen cautivas en Gaza, de las cuales 31 habrían fallecido, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una campaña militar contra el enclave palestino que no muestra signos de acabar.
El conflicto ha dejado de momento 31.112 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud de Hamás.