Redacción Regional
ALTO PARANÁ
La supercarretera Mariscal López, más conocida como Itaipú, en gran parte de su trayecto se encuentra en deplorable estado de conservación haciendo que la circulación sobre ella resulte bastante peligrosa. Hay baches de todos los tamaños en varios puntos. La parte mejor conservada es la que se extiende entre las ciudades de Hernandarias y Ciudad del Este.
Desde Hernandarias hasta el distrito de Minga Porá norte del departamento presenta serios problemas para los conductores que deben tener mucho cuidado y sortear una serie de baches para llegar a destino.
El tramo tiene una extensión de más de 235 kilómetros, desde Presidente Franco, Alto Paraná hasta Salto del Guairá, Canindeyú. Unos 100 kilómetros están en mal estado. Se trata de la única vía de acceso a los municipios del norte del departamento.
Camiones de diferentes portes, taxis y vehículos particulares transitan todo el día por el lugar pese al peligro del tramo. El sector más crítico afecta a las ciudades de Hernandarias, Santa Fe del Paraná, Itakyry, Mbaracayú y San Alberto.
BACHEO. En el 2014 se bacheó la ruta desde el Cruce Carolina hasta Hernandarias, pero resistió mucho tiempo. Rápidamente el recapado fue dañado por las condiciones climáticas y por el gran peso de los camiones que circulan sobre ella.
El ingeniero Rubén Sanabria, vicepresidente de la Coordinadora Agrícola del Alto Paraná, calificó de muy peligrosa la travesía debido a la falta de mantenimiento y control sobre los camiones que circulan con carga. “Nadie controla nada. Hay una báscula de la zona de Santa Fe del Paraná, pero parece que está más para otra cosa”, lamentó.
Dijo es un peligro por las condiciones en que se encuentra. “Para los que no conocen esta ruta es un peligro mortal. Muchos accidentes ocurridos tienen relación con los cráteres que se formaron en estos años. La verdad es que los trabajos de mantenimiento que se le hicieron nunca fueron en forma”.
Recordó que en el 2011, cuando era ministro de Obras Públicas Efraín Alegre, la supercarretera fue sometida a mantenimiento después de 30 años de haber sido construida. Mencionó que el trabajo se dividió en tres etapas, pero no se hizo en forma y tardó mucho tiempo para presentar problemas.