Los inmuebles fueron adjudicados a la Corte Suprema de Justicia como pago por la deuda de más de G. 40.000 millones que tienen los escribanos por la no transferencia de las ganancias del producto de la venta de materiales de uso notarial que administraba el Colegio de Escribanos del Paraguay, entre los años 1999 a 2021.
La acción de rendición de cuentas había sido promovida por la Corte en el año 2021, donde solicitó la rendición de cuentas de las ganancias, ya que un porcentaje debía ser remitido a la Corte Suprema que concedió la venta de los materiales a favor del gremio.
Con ello, se realizó el remate judicial el pasado 15 de julio por el rematador público Rogelio Daniel Velázquez Ibarra, donde la Corte se adjudicó los citados bienes en su calidad de acreedor. Después, ninguna persona se presentó a objetar el remate que se realizó, durante el plazo legal que tenía.
De esta manera, los representantes del Máximo Tribunal solicitaron a la jueza Lizza Reyes, la aprobación de la subasta de los bienes embargados, se adjudicaron los inmuebles, por lo que solicitó a la magistrada la aprobación del remate realizado, lo que fue admitido por el magistrado.
Así, por resolución judicial, la Corte Suprema de Justicia se adjudicó ocho inmuebles que pertenecían al Colegio de Escribanos, por un total de G. 16.600.000.000 como parte del pago de la deuda de G. 40.455.626.413.
Los bienes adjudicados son cinco propiedades en el Distrito de La Encarnación, en la ciudad de Asunción, uno en Ciudad del Este, en el Alto Paraná; otro en la ciudad de Encarnación, Departamento de Itapúa, y el último en la ciudad de San Lorenzo, Central.
Deuda pendiente
Sin embargo, como la Corte aún tiene un remanente de la deuda de G. 23.400.000.000 que aún quedan pendientes, sin contar los intereses y gastos del juicio.
En el juicio, la Corte había pedido rendir cuentas a partir del 5 de mayo de 1999 hasta el 26 de febrero del 2021, periodo en el cual no le transfirió lo percibido por la venta de materiales de uso notarial.
Entre los materiales que eran vendidos para las escribanías estaban las hojas de protocolo, de actuación notarial con rayas y sin rayas, de seguridad notarial, de certificación de firmas, de legalización, a más de los libros de registro de firmas, de índice anual y otros.
El Colegio de Escribanos había apelado la resolución por la cual se había condenado al gremio a abonar la deuda de más de G. 40.000 millones, más el interés moratorio de 2,5% mensual a la Corte Suprema.
Sin embargo, el Tribunal de Apelación Civil y Comercial, por resolución del 9 de junio de 2023, rechazó el recurso planteado y ratificó la resolución de la jueza Civil.