El dictamen, que culminó una batalla legal de años iniciada por la organización defensora de las mujeres For Women Scotland, permite aclarar el dilema que afrontaban, por ejemplo, clubes deportivos o escuelas sobre los espacios diferenciados por sexo, como los vestuarios.
El proceso legal empezó con una querella por parte de esa organización contra la decisión del Ejecutivo autonómico escocés de incluir a las mujeres trans en la cuota para igualar los puestos públicos entre mujeres y hombres.
“La decisión unánime de este Tribunal es que los términos mujer y sexo en la Ley de Igualdad de 2010 se refieren a una mujer biológica y al sexo biológico” dictaminaron los jueces al cabo de un complicado argumento sobre la definición de “mujer” en la ley.
Festejo. A las puertas del Supremo, en el centro de Londres, Susan Smith, integrante de For Women Scotland, dijo que “los políticos deben comprender que esto es la ley”.
“Tienen que dejar de implementar directrices erróneas en escuelas y hospitales. Ahora tenemos una base realmente sólida para seguir adelante”, declaró. El Gobierno laborista británico consideró por su parte que el dictamen aporta “claridad” sobre los espacios diferenciados por sexo, como centros para víctimas de agresión sexual o de violencia doméstica.
Por otro lado, la líder del Partido Conservador británico (en la oposición), Kemi Badenoch, recibió con satisfacción el dictamen al afirmar que “decir que ‘las mujeres trans son mujeres’ nunca fue cierto en la práctica, y ahora tampoco lo es en la ley”.
“Esta es una victoria para todas las mujeres que sufrieron abusos personales o perdieron sus trabajos por decir lo obvio. Las mujeres son mujeres y los hombres son hombres: no se puede cambiar el sexo biológico. La era de Keir Starmer (primer ministro) diciéndonos que las mujeres pueden tener pene ha llegado a su fin. ¡Bien hecho, For Women Scotland!”, resaltó Badenoch. EFE