Édgar Medina | Ciudad del Este
La joven denunció al sacerdote Rubén Darío Cáceres Aveiro, diocesano, de 30 años de edad, cura párroco de la parroquia Sagrados Corazones de Jesús de Presidente Franco.
La misma indicó que en enero de este 2016 formaba parte de la Pastoral Juvenil de esa parroquia con otras 11 personas. El pa’i Rubén siempre los invitaba a cenar y les trataba de forma especial, relató.
Hasta que un día, entre los meses de mayo y abril, recibió un mensaje de un número extraño que le pedía músicas. La víctima verificó en un grupo de Whatsapp que compartía con ese número y se dio cuenta de que era el pa’i Rubén.
Los mensajes continuaron por dos meses. En una ocasión la invitó a ir a Encarnación por dos días, donde incluso iba a alquilar una habitación para que los dos puedan dormir solos.
En ese momento, ella se asustó, pero no podía contarlo a sus padres porque su madre estaba sufriendo de cáncer. Cuando finalmente les contó, ellos fueron a hablar con el cura, quien primero negó haber intentado algo, pero luego lo admitió cuando la familia le mostró las capturas de pantalla.
El pa’i Rubén solo se limitó a pedir disculpas. La madre de la joven sostuvo que buscaron arreglar la situación de la forma más amistosa posible, incluso, sin acusar directamente al sacerdote, pero desde el Obispado no investigaron el hecho hasta el momento.