En la zona se contabilizan más de 70 hectáreas cultivadas con cebolla, con una estimación de alrededor de dos millones de kilos de cosecha.
Según los productores, la calidad de la producción es destacable y se logró gracias a la incorporación de nuevas técnicas agrícolas, lo que además genera más de 100 empleos indirectos en la región.
Sin embargo, el ingreso ilegal de cebolla extranjera, que llega al mercado local con un precio mucho menor, pone en serio riesgo la rentabilidad y la continuidad del rubro.
“Estamos desesperados porque entran en gran cantidad cebollas brasileñas y argentinas con un precio mucho menor, con el cual es imposible competir. Si esto no se ataja, corremos el riesgo de no tener mercado, o que el precio no llegue ni siquiera a cubrir los costos de producción”, expresó el productor Augusto Coronel, uno de los afectados.
Puede leer: Paraguay concretó histórico envío de cebolla a Argentina
De acuerdo con Coronel, este año la productividad alcanzó un promedio de 37.000 kilos por hectárea, cifra considerada histórica para el distrito. No obstante, la falta de control en las fronteras convierte este logro en una pesada carga.
Los agricultores advierten que, de no encontrar salida para la venta de su producción, se perderán millonarias inversiones y con ellas, numerosas fuentes laborales.
En este contexto, los productores exigen una respuesta inmediata del Gobierno y acciones firmes contra el contrabando, al que califican como el “enemigo número uno” de la producción nacional.