Los rehenes rescatados con vida son Noa Argamani, de 25 años; Almog Meir Jan, de 21; Andrey Kozlov, de 27, y Shlomi Ziv, de 40, que fueron secuestrados por Hamás en el festival de música ‘Nova’ el 7 de octubre.
Los cuatro, que se encuentran en buen estado de salud, han sido atendidos en el Centro Médico Sheba, en el área de Tel Aviv, donde se reencontraron con sus familias e incluso fue a visitarlos el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
“Israel no se rinde ante el terrorismo y actúa con creatividad y coraje sin límites para traer a casa a nuestros secuestrados”, afirmó Netanyahu, a quien ese éxito le da oxígeno para justificar su empeño en mantener la presión militar contra Hamás en vez de negociar un acuerdo de tregua y liberación de rehenes, como le exigen las familias.
El primer ministro indicó que dio la aprobación para la operación el pasado jueves, aun sabiendo que sería “compleja y peligrosa”, ante la inteligencia que probó que estaban en Nuseirat.
El Gobierno gazatí de Hamás confirmó que en el operativo israelí en Nuseirat murieron al menos 210 personas y más de 400 resultaron heridas, según las víctimas que han llegado a los hospitales de Al Awda, en el campamento, y Mártires de Al Aqsa, en la cercana ciudad de Deir al Balah.
“Condenamos la agresión de la ocupación ‘israelí' contra civiles, niños y mujeres, y contra hogares seguros en el campamento de Nuseirat”, denunció el gobierno islamista.
La operación “Semilla de Verano” se llevó a cabo entre el Ejército, agentes del Shin Bet y la fuerza policial de élite Yamam, en dos puntos en el corazón de Nuseirat, y se saldó con la muerte de un comandante de Yamam, Arnon Zamora.
OPERACIÓN COMPLEJA. El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, indicó que se trató de una de las “operaciones más complejas” en la que las tropas “enfrentaron amenazas bajo intenso fuego”. La misión fue aprobada el pasado jueves por Netanyahu, aunque la orden de atacar dos edificios en el centro del campamento fue dada hoy a las 11 hora local (8 GMT).
“La decisión de atacar ambos simultáneamente se debió a la posibilidad de que Hamás asesinara a los rehenes tras identificar la operación de rescate”, indicó Hagari. Argamani estaba sola en una casa y los otros tres cautivos en otra, viviendas de familias palestinas a las que Hamás paga, según el Ejército.
El portavoz admitió que en la operación murieron muchos civiles palestinos, aunque culpó a Hamás de mantener rehenes en un entorno civil y les acuso de atacar el vehículo donde se llevaban a los rehenes y el agente herido, además de lanzar misiles antiaéreos contra los helicópteros israelíes.
Con este rescate, de los 251 secuestrados el 7 de octubre, quedan en el enclave 116 cautivos, al menos 40 de ellos muertos según Israel -más de 70 según Hamás..
Desde que comenzó la guerra, Israel y Hamás solo lograron un acuerdo de tregua que permitió liberar a 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos. EFE