Unas veinte familias vienen años reclamando por la intervención del Estado, tras la inundación de sus viviendas, ubicadas en el barrio Vista Alegre, de Chaco’i, que atribuyen a obras de la empresa Terminal Occidental SA (TOSA), que obtuvo la concesión del Gobierno y cerró el paso del riachuelo Cabañas.
Los esfuerzos de pobladores por soluciones incluyeron denuncias en la Fiscalía, que no avanzan; reclamos ante el Ministerio del Ambiente (Mades), que terminó sobreseyendo a la empresa. Atados de manos incluso llegaron al Ministerio de la Defensa Pública, donde también se encontraron con las puertas cerradas.
Allí, sin justificación alguna, no consiguieron intervención, denuncian.
“Creemos, con justa razón que el emplazamiento y las actividades de este complejo, ya sea por el refulado, nivelación del terreno, defensa costera u otras obras, han tenido y siguen teniendo una importante influencia en el régimen de inundaciones en la zona”, fue el escrito presentado por los habitantes.
Continuaron diciendo que por años llevan sufriendo el arrase del agua, con viviendas prácticamente inutilizadas, pérdida de bienes materiales, riesgos a la vida, a la salud y la seguridad.
Muchos de ellos, incluso, perdieron sus medios de subsistencia, porque sus cultivos y ganado se perjudicaron.
Perdieron “todo”
En una visita de ÚH en la zona, los pobladores mostraron sus viviendas, o lo que quedaron de ellas.
Ciriaco Bogarín Zorrilla, uno de los afectados, lamentó que los terrenos se hayan vuelto inhabitables. “Mi casa se ahogó y quedé bajo la mesa, y mis comodidades quedaron adentro de la casa”, relató.
“El avance del lago trae alimañas ha ko'ãga che apysa entéroma aperde (ahora hasta mi audición perdí), a causa de que el yarará (serpiente) me mordió”, contó.
Adolfina Ávalos de Ayala también señaló hacia dónde quedó su vivienda, que también estuvo mucho tiempo bajo agua. Si bien el agua se secó esa parte, el camino para ingresar sigue inundado.
“Acá está el terreno, al lado del lago. Teníamos animales y nuestro cultivo de maíz, poroto. Todo se convirtió en lago”, mostró la mujer.
Dijo que en el 2014 hubo una creciente, pero cuando esta bajó todo, fue la empresa la que con la obra inundó y ahora el agua es permanente.
Mariana Martínez, vocera del grupo, mencionó que mucho ya lucharon, ya movieron con la autoridades, hasta por las tierras.
Recordó que fue en su propiedad que fallecieron dos hermanitos, de 7 y 10 años, en mayo de 2024.
“Ellos se ahogaron en mi terreno, cosa que nunca iba a pasar si esta empresa no cerraba todos los cauces. Cerraron y fue muy profundo y las criaturas pensaron que no era profundo”, explicó.
Los niños habían procurado cruzar el agua con un intento de balsa que crearon de isopor, pero cayeron y se ahogaron.
La Fiscalía inició una investigación por la formación de la laguna, pero tampoco avanzó.
Otros afectados mencionaron que el agua había arrasado dos metros sobre el techo de sus casas, mostraron los restos de sus roperos, que quedaron destruidos.
Nuevamente desde ÚH intentamos conversar con representantes de la empresa TOSA ante las graves denuncias, pero dijeron que no darán declaraciones y que las causas están en manos de las Fiscalías Ambientales.
20 familias de la localidad de Chaco’i denunciaron que se inundaron sus casas a causa del terraplenado.