Frente a una creciente desconexión entre quienes ejercen cargos públicos y las verdaderas necesidades de la ciudadanía, desde el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada (IDPPS) hacen un llamado “a recuperar una política basada en principios, responsabilidad ética y vocación de servicio”.
Insisten en que la política no puede reducirse a privilegios ni alianzas de ocasión, sino que debe volver a ser lo que alguna vez fue: un espacio de servicio, de ideas, de compromiso con la gente.
Asimismo, advierten que la política ha dejado de inspirar y, en muchos casos, se ha convertido en sinónimo de oportunismo, clientelismo y privilegios. Cada vez con más frecuencia, vemos cómo los espacios de poder son ocupados no por mérito ni por vocación, sino por compromisos políticos o vínculos personales. Advierten que esta situación no solo debilita las instituciones, sino que también desgasta la confianza ciudadana y alimenta el desencanto social.
“Gobernar no es ocupar un lugar, es asumir una responsabilidad. Es tener presente que detrás de cada decisión hay personas, hay consecuencias. Y por eso, el poder debe ejercerse con conciencia, no con liviandad”, expresó el director del instituto, el ex ministro de la Corte José Altamirano.
Para el IDPPS, “la raíz de esta crisis no está solo en las instituciones, sino en una cultura política que ha normalizado prácticas alejadas del sentido del bien común. En contraposición, se propone recuperar una mirada vocacional del liderazgo, donde gobernar sea un acto de entrega, no de interés”.
“Pareciera que la corrupción nos ha atrapado íntegramente al punto que ni la conciencia nos culpa. De ahí que deviene urgente el saneamiento cívico y moral de la ciudadanía. Este es nuestro llamado”, finalizó Altamirano.