Los familiares de las víctimas de secuestros tienen el derecho de conocer qué pasó y dónde están sus seres queridos. Han pasado años desde el momento en que fueron capturados por los grupos armados, y no existe información certera y fehaciente sobre el paradero de cada uno. Alguna vez, los criminales y sus nexos deberían proporcionar datos precisos o estos deberían surgir de la investigación, para saber qué se hizo con ellos. Las fuerzas públicas no deben cesar en la búsqueda de Óscar Denis, Edelio Morínigo y Félix Urbieta.
La indefinición, la incertidumbre, el dolor y la tristeza que envuelven a los familiares de los secuestrados por grupos criminales, como el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), se prolongan debido a que se desconoce el paradero de las víctimas de estos delincuentes. En reiteradas ocasiones, con el correr de los años, los familiares han solicitado a las diferentes autoridades una respuesta clara sobre el destino que tuvieron los afectados con estos plagios.
Sin embargo, solo la desilusión, la incompetencia y la falta de resultados por parte de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) para tener noticias concretas de los secuestrados no cambian con el tiempo. Por eso, los reclamos de parte de los familiares son reiterativos, ya que no cuentan con una información que les aclare qué pasó con ellos.
Los criminales no han tenido tan siquiera una pizca de humanidad para brindarles una información concreta y fehaciente a los familiares sobre el paradero de los secuestrados. Alguna vez tendrían que dar datos certeros para que los allegados puedan acceder a la posibilidad de al menos saber qué se hizo con ellos.
En este historial de víctimas de los delincuentes, Edelio Morínigo es el secuestrado más antiguo del Paraguay. Edelio desapareció hace diez años, el 5 de julio de 2014, en manos del EPP.
El suboficial Edelio Morínigo Florenciano fue capturado por miembros de la banda armada en una zona boscosa de la estancia Macchi Cué, ubicada en Arroyito, Departamento de Concepción. El uniformado estaba disfrutando de su día libre yendo de caza con un grupo de amigos y familiares. Los hombres armados tomaron a todos de rehenes; luego liberaron a los amigos, se llevaron a Edelio y se internaron en el monte.
El ganadero Félix Urbieta fue llevado hace casi ocho años por integrantes del grupo Ejército del Mariscal López (EML) de la estancia Dos Hermanas, ubicada en Belén, Concepción, un 12 de octubre de 2016. La primera prueba de vida se dio 15 días después del plagio y siguieron apareciendo solo hasta febrero del 2017.
El próximo mes se cumplirán cuatro años del secuestro del ex vicepresidente de la República Óscar Denis de parte del EPP de la estancia Tranquerita, en el límite de los departamentos de Concepción y Amambay. El hacendado fue llevado por el grupo criminal el 9 de setiembre de 2020.
Precisamente, las hijas de Denis lanzaron la campaña Encendé una vela, que invita a todo el pueblo paraguayo a dejar un mensaje de apoyo, elevar una oración o compartir sus intenciones para obtener noticias sobre Óscar Denis o por su libertad, a la vez de las otras dos víctimas. Esta iniciativa busca mantener viva la llama de la esperanza y la fe en la pronta resolución del caso a través de un sitio web
La familia Denis también enfatizó la importancia de que las autoridades mantengan un compromiso firme y constante en la pesquisa. Utilizando el hashtag #HayUnDeberQueCumplir, hacen un llamado a la acción y al apoyo continuo también de la ciudadanía.
Las autoridades de la Fiscalía, en conjunto con las fuerzas públicas que se encargan en el Norte del rastrillaje, deben seguir buscando la forma para que se esclarezca qué ocurrió con los secuestrados. Independientemente a que hayan pasado años de los plagios, los investigadores —como bien dicen los familiares de los desaparecidos— deben mantener el compromiso firme y constante para ese objetivo. No deben cesar las indagaciones en el campo de acción.
Los familiares de los secuestrados tienen el derecho de conocer qué pasó y dónde están sus seres queridos.