19 ago. 2025

Houtong, el pueblo taiwanés que cambió las minas de carbón por el amor a los gatos

Escondido en las montañas del norte de Taiwán, existe un pueblo que dejó atrás décadas de explotación minera para rendirse al amor por los gatos: Houtong.

Houtong, el pueblo taiwanés que cambió las minas de carbón por el amor a los gatos.

Escondido en las montañas del norte de Taiwán, existe un pueblo que dejó atrás décadas de explotación minera para rendirse al amor por los gatos: Houtong.

Foto: EFE

Esta pequeña localidad, ubicada a unos 40 minutos en tren desde Taipéi, está habitada por alrededor de doscientos gatos callejeros, que comparten espacio con restaurantes, cafeterías, tiendas y monumentos dedicados a estos felinos.

La mayoría están más que acostumbrados a la presencia del ser humano y se dejan acariciar y alimentar, aunque las autoridades insisten en la importancia de acercarse a ellos con precaución, aplicando una rigurosa higiene de manos y respetando su espacio “personal”.

Casi todos los visitantes cumplen a rajatabla con estas recomendaciones y observan a los animales a cierta distancia, salvo en aquellos casos en que los gatos, ansiosos de cariño y contacto físico, restriegan sus cuerpos sobre las personas, creando un festival de risas y ronroneos.

Una atmósfera agradable que no siempre ha acompañado a este pueblo: Houtong (en mandarín, ‘cueva del mono’) adquirió relevancia hace un siglo, en plena ocupación japonesa, debido a las cuantiosas reservas de carbón ocultas bajo sus suelos.

Atraídos por las oportunidades de empleo, cientos de personas se mudaron a la zona para trabajar en la mina, en donde se llegó a extraer más de la mitad del carbón producido anualmente por Taiwán.

Sin embargo, la industria carbonífera se vino abajo en los años 90 y el área entró en declive: los jóvenes emigraron a las ciudades y Houtong perdió su atractivo, pasando de 6.000 residentes en sus mejores tiempos a poco más de cien.

La solución a la crisis vino de la forma menos esperada. En 2008, una fotógrafa taiwanesa visitó el pueblo y quedó fascinada por los esfuerzos de los vecinos por cuidar de los gatos callejeros que poblaban la zona.

Sus fotografías comenzaron a circular por internet y Houtong se convirtió en lugar de peregrinación para los amantes de los gatos, de toda clase de gatos: blancos, negros, grises o marrones; tímidos, sociables, enérgicos o remolones. Hay tantos gatos en el pueblo como tipos de personalidades.

El ambiente felino se deja sentir nada más salir de la estación de tren. Se mire hacia donde se mire hay gatos por todas partes, ya sea durmiendo en una cornisa, holgazaneando entre la hierba o paseando por las calles en busca de comida o mimos.

Los comerciantes locales tampoco se quedan atrás en términos de espíritu gatuno. Ni cortos ni perezosos, portan diademas con orejas de gato, pinchan música electrónica con maullidos y venden toda clase de objetos relacionados con estos animales.

Servicio de voluntariado

Aunque no todo es turismo, ni mucho menos. El pueblo cuenta con un servicio de voluntariado que se encarga de esterilizar, cuidar y promover la adopción de los gatos, de forma que muchos de ellos, pese a vivir en la calle, lucen un aspecto saludable.

Estos voluntarios también colaboran con los vecinos para impedir que se produzcan abusos, puesto que en los últimos años hubo casos de personas que aprovecharon la creciente popularidad de Houtong para abandonar allí a sus mascotas o robar gatos, según información de medios locales.

En cualquier caso, y pese a los desafíos de mantener semejante población felina en un lugar tan pequeño, hoy los vecinos de Houtong disfrutan de una segunda oportunidad gracias al incombustible amor por estos animales.

Fuente: EFE.

Más contenido de esta sección
Bomberos voluntarios fueron alertados por varios vecinos del barrio María Victoria de Pedro Juan Caballero, donde reportaron este domingo una inusual invasión de avispas.
La Unidad contra el Maltrato Animal logró rescatar a un mono tras denuncias de que el animal se encontraba encadenado en una vivienda en Cambyretá, Departamento de Itapúa.
El nacimiento de un cachorro de yaguareté (Panthera onca) en el Chaco argentino reveló que el jaguar o tigre –como también se lo conoce– ha vuelto a reproducirse en esta región del norte del país suramericano después de más de 30 años, una noticia de gran importancia para la conservación de esta especie que se encuentra en peligro de extinción.
El ejemplar felino fue hallado con una cadena en el cuello, lo que hace presumir que habría estado en cautiverio. Después de su rescate, lo pusieron bajo resguardo en el refugio Urutau, situado en la ciudad de Filadelfia, del Departamento de Boquerón, Chaco.
Una cría de yaguareté fue rescatada por bomberos voluntarios en las inmediaciones del Campo de Exposiciones Nanawa, situado en el Departamento de Concepción.
Las poblaciones de koalas en Australia están disminuyendo rápidamente debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat y a enfermedades. Ahora, un estudio revela que estos animales pasan unos 10 minutos al día en el suelo, un corto tiempo que aun así se asocia con dos tercios de las muertes.