La semana pasada, la cinta se alzó con el premio ClaP del Público en el Festival de Cinéma Latino-américain de Paris (CLaP).
“Participar del Festival de Cine Latinoamericano de París ya era para nosotras una felicidad muy grande por poder llevar la historia de Celsa Ramírez, nuestra protagonista, hasta París a través de la película”, expresó Thorne a Última Hora.
Indicó que Guapo’y ya había tenido buena aceptación de parte del público francés con su participación en festivales y muestras de cine en dicho país, pero obtener el reconocimiento del público fue realmente una noticia muy hermosa y gratificante para ella y todo el equipo.
DETRÁS DE LA HISTORIA
Sofía Paoli señaló que tenía la intención de que la película llegara a la gente, para que los espectadores que no vivieron directamente la dictadura empatizaran con Celsa, la protagonista, y de esa manera poder sentir su historia como la sintió ella y de esa manera pudieran, de alguna forma, identificarse con ella.
“Es hermoso acompañar las proyecciones y ver cómo la gente se acerca porque quiere saber más de la protagonista, o porque le emocionó la película. Hemos tenido proyecciones en distintos lugares de Latinoamérica y en otros continentes, donde hay personas que nos dicen que de alguna forma se sienten identificadas con Celsa y con la historia reciente que vive el país y que quieren conocer más de Paraguay”, indicó.
Recalcó que su deseo es que la gente que ve la película sienta una invitación a recuperar la memoria, mantenerla viva, que se conecten con Celsa en su historia y su proceso de sanación.
DETRÁS DE ESCENA
Sofía Paoli Thorne asegura que desde pequeña fue apasionada por el arte, inicialmente con la música, el dibujo y luego, en la adolescencia, comenzó a grabar videos en el colegio.
“Desde ahí sentí que es lo que quería hacer y a lo que me quería dedicar”, recordó.
Señaló que quería terminar el colegio para poder empezar a estudiar una carrera relacionada con el cine, pero en Paraguay, en aquel entonces aún no existían oportunidades académicas para dicho rubro.
“Empecé a estudiar Dirección de televisión. Sentía que el cine me permitía acercarme a la gente, conocer sus historias y poder transmitirlas a más gente. Es lo que amo y me llena, creo que por eso me gusta tanto el documental. Hay tantas historias y luchas tan necesarias de conocer y el cine es una forma de poder transmitirlas, de empatizar con ellas, de emocionarse y hacerlas también nuestras luchas”, resaltó.
¿Si no fueras cineasta a que te dedicarías?, fue la consulta, pero la respuesta fue contundente: no se ve en otro lugar. “Llevo más de 20 años produciendo o realizando audiovisuales y cine. Siento que ese es mi lugar, siempre ha sido mi sueño”, asegura a la par de recalcar que la producción es el lugar donde puede dar lo mejor de sí para contribuir con la gente desde su mirada de mujer, madre y artista.
“Aportar con la producción y la realización de audiovisuales de compromiso social desde mi productora o apoyando a más mujeres audiovisualistas compañeras, también desde el trabajo gremial que es tan necesario con las asociaciones de cine en las que participo”, sentenció.