“Que tengamos habilitados 70 países no significa que enviemos carne a todos ellos, pero nos da la opción de colocar los cortes en los destinos donde son más valorados”, explicó Burt. Como ejemplo, señaló que menudencias como el corazón o el pulmón, sin demanda local, son considerados un manjar en mercados como Perú, mientras que cortes antes destinados a Rusia hoy obtienen mejores precios en Estados Unidos y Canadá.
El directivo de la CPC destacó que el mercado local es igualmente prioritario: “Paraguay consume muchísima carne, mucho más que Europa o Asia. Es uno de nuestros mercados principales, aunque pequeño en volumen. La industria frigorífica puede atender a más población de la que tenemos, lo que asegura el abastecimiento interno”.
IMPORTACIÓN. Burt aclaró que no existe riesgo de desabastecimiento, aunque en algunos casos se recurre a importaciones puntuales, sobre todo en épocas festivas: “Con la costilla, por ejemplo, ocurre algo muy cultural en Paraguay: la demanda es tan alta que incluso debemos importar de Brasil en ciertas temporadas. Algo similar pasa en Brasil con la picaña, que no se consigue suficiente a nivel local y terminan importando de otros países”.
Los datos oficiales confirman esta dinámica. Entre enero y agosto de 2025, Paraguay importó 11,3 millones de kilos de carne, por USD 37,4 millones, principalmente desde Brasil (24,1 millones de kilo por USD 81,2 millones). En menor medida, las compras provinieron de Argentina, Chile y Uruguay. En comparación, durante todo 2024 las importaciones totalizaron 7,4 millones de kilos, por USD 23,6 millones.
CRECE EXPORTACIÓN. El sector mantiene una fuerte dinámica exportadora. De enero a diciembre de 2024, Paraguay exportó 353 millones de kilos de carne por un valor de USD 1.776 millones. En lo que va del 2025, hasta agosto, ya se registraron exportaciones por 247,5 millones de kilos, equivalentes a USD 1.425 millones.
“El 90% de nuestras exportaciones se concentran en cinco o seis mercados, mientras que los demás tienen envíos muy reducidos. La clave está en diversificar y asegurar las mejores condiciones comerciales posibles”, señaló Burt.
SEQUÍA Y HATO. El presidente de la CPC reconoció que en los últimos años el hato bovino sufrió una merma debido a tres periodos consecutivos de sequía: “Los ganaderos se vieron forzados a vender animales no terminados por falta de pasturas, lo que redujo la calidad y el stock. Hoy, con mejores lluvias y precios internacionales favorables, necesitamos una estrategia nacional para retener más cabezas y fortalecer la producción”.
Sobre la exportación de carne con hueso, recordó que Paraguay no puede acceder a los mercados internacionales mientras mantenga el estatus sanitario de país libre de fiebre aftosa con vacunación: “Por esa razón, todos los cortes con hueso quedan en el mercado local”, precisó.
RASGO CULTURAL. El consumo de carne bovina en el país sigue siendo elevado, a pesar de ciertas caídas en los últimos años. “Aún con la baja, seguimos consumiendo diez veces más que Europa”, dijo Burt, quien subrayó que el precio no es el mayor problema, sino la capacidad de compra de la población.
Además, destacó que la calidad y variedad de cortes disponibles en el país mejoraron notablemente gracias a la estandarización internacional. Sin embargo, advirtió que la dinámica rural-urbana marca diferencias: “Mientras en Asunción y Central se puede acceder a carne de exportación en los supermercados, el interior del país sigue abasteciéndose de frigoríficos y mataderos no habilitados para exportar”.