Luego de una intensa búsqueda fue encontrado en la tarde de este viernes el cuerpo sin vida del ciudadano Alcides Giménez, de 50 años, quien desapareció el miércoles pasado cuando se produjo una fuerte tormenta en la zona de Alberdi, Departamento de Ñeembucú.
Su sobrino Walter Díaz confirmó a Última Hora que el cuerpo fue encontrado por personal de la Prefectura Naval quienes desde un primer momento se pusieron a disposición de la familia para los trabajos de búsqueda.
En la mañana de este viernes una cuñada del hombre denunció a NPY que supuestamente tenían que pagar la suma de G. 450.000 a la Armada Nacional para el combustible para que puedan realizar la búsqueda. Además manifestó que tienen que comprarles hielo, para el desayuno y almuerzo, sin embargo, esto fue desmentido por Walter Díaz.
Por su parte, el capitán Ariel Benítez, director de Comunicación de la Armada Nacional, manifestó a Última Hora que los familiares que denunciaron el supuesto pedido de dinero para la búsqueda, en ningún momento participaron ni estuvieron en el lugar del hecho y tampoco tuvieron contacto con el personal de la Prefectura de Alberdi.
Mencionó que recibieron el reporte de la Prefectura local que descarta absolutamente cualquier tipo de propuesta o pedido a cambio de la búsqueda en el río Paraguay.
Destacó que las patrullas se intensificaron inclusive con el apoyo de la Prefectura de Pilar y tras la tarea conjunta realizada esta se produjo el hallazgo del cuerpo del hombre desaparecido.
“La Armada Paraguaya en ningún sentido solicitó a familiares ninguna propuesta indebida para efectuar el trabajo de búsqueda que esta obligado por ley a efectuar al momento que se recibe una denuncia formal. Este tipo de hechos no se ajustan a los principios institucionales, por lo que se alienta a la ciudadanía a realizar la denuncia de forma seria y responsable en el caso que la hubiere”, expresó.
Más detalles
El hombre mantuvo una última conversación con su hijo el miércoles pasado a quien manifestó que estaba muy feliz y que iba sacar muchos peces.
Según los datos, el tiempo estaba muy feo y sus amigos le dijeron que no vaya al río, sin embargo, él les manifestó que todavía no iba llegar la tormenta y se fue.
El hombre quien vivía en la ciudad de Ñemby, habituaba a viajar a Ñeembucú para traer pescados y comercializarlos en el Departamento Central. Era sostén de sus hijos pequeños tras el fallecimiento de su esposa.