La convocatoria contó con la presencia física de numerosos pobladores en la localidad de Toro Pampa, que es el punto de encuentro de varios pobladores de las localidades aledañas afectadas como Fuerte Olimpo, San Carlos, María Auxiliadora, Ñu Apuá y Bahía Negra.
La movilización pacífica pone de manifiesto la histórica falta de obras importantes como es la ruta asfaltada.
A través de un mensaje, el obispo Gabriel Escobar, quien se encontraba en Carmelo Peralta por trabajos pastorales, se sumó al reclamo.
El líder religioso destacó que los altoparaguayenses se están “despertando” y “dando testimonio” de que ya no guardarán silencio ante las deficiencias que impiden el desarrollo.
Hizo un llamado a los ciudadanos a ser “constantes y vigilantes” para asegurar que las “últimas promesas” hechas por las autoridades nacionales se lleven a cabo.
En este sentido, se refirió a la promesa hecha por el presidente Santiago Peña en la localidad de Carmelo Peralta, donde se comprometió asfaltar los caminos del Departamento de Alto Paraguay.
El obispo se comprometió a “iluminar y denunciar” aquellas situaciones que “atropellan” al pueblo e impiden su crecimiento en la justicia y una mejor calidad de vida.
En medio del intenso calor desde las 10:00 horas, los pobladores se concentraron en la entrada de la localidad de Toro Pampa para manifestarse por un reclamo en común, que es el anhelado “camino de todo tiempo”, que se traduce en una ruta asfaltada que los habitantes necesitan.
Paradójicamente, el Día del Camino, que en ocasiones sirve de símbolo de celebración del progreso y el desarrollo para la gente, en este caso es un momento para alzar la voz de reclamo a los gobernantes.
Éstos deben invertir en una ruta asfaltada para que los pobladores de Alto Paraguay salgan del aislamiento al que están sometidos constantemente, afectados por el clima cíclico y la precariedad de las infraestructuras viales que se tornan insostenibles.