El objetivo fue orientar a peatones y conductores sobre los riesgos del tráfico humano, un delito que afecta especialmente a regiones fronterizas, donde la vulnerabilidad de las posibles víctimas es mayor.
Durante la jornada del sábado, se distribuyeron folletos informativos, brindaron orientaciones prácticas y explicaron cómo identificar posibles casos. También detallaron los perfiles más comunes de las víctimas y de quienes las captan.
Según Cáritas Foz de Yguazú, las víctimas suelen ser mujeres jóvenes, personas con bajo nivel educativo, niños, adolescentes y personas LGBTQIA+ (diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales), todos ellos en situación de vulnerabilidad. Los reclutadores, en muchos casos, son conocidos de la víctima, personas que generan confianza para luego explotarlas.
A la actividad se sumaron agentes de la Policía Rodoviária Federal (PRF), el Ministerio Público, la Guarda Municipal, la Cámara Técnica de Enfrentamiento al Tráfico de Personas (CTETP/Foz), entre otras organizaciones.
Días atrás, la fiscala Carina Sánchez, agente especializada en trata de personas, había manifestado que el Paraguay avanzó bastante en el abordaje del crimen tanto en la persecución penal así como en la atención de víctimas, pero que aún quedan muchos retos por delante. “Uno de los desafíos que tenemos como país es la instalación del Programa Nacional de Prevención, Combate Atención a Víctimas de Trata de Personas, cuyo objetivo es operativizar acciones tendientes a brindar atención integral a víctimas, así como la prevención y combate a este crimen”, señaló la agente.