El estudio revela transformaciones significativas tanto en los estilos de vida como en las preferencias laborales. “Uno de cada dos jóvenes no toma tereré”, señaló López Arce, destacando un cambio cultural que refleja nuevas costumbres y hábitos de consumo. Además, la encuesta muestra que el uso del vapeo está reemplazando al cigarrillo tradicional, tendencia alineada con lo que ocurre en otros países de la región.
mandos medios. Entre los resultados más llamativos, López Arce subraya que la mayoría de los jóvenes no aspira a desempeñarse como plomeros, técnicos en aire acondicionado, mecánicos o electricistas. “En América Latina no hay recambio para estas profesiones de mandos medios, porque ya no son consideradas aspiracionales”, explicó.
Aun así, el especialista recordó que estos oficios representan hoy una gran oportunidad laboral, ya que los técnicos consiguen empleo en promedio en dos semanas, mientras que los administrativos pueden tardar hasta diez meses en lograr una colocación.
Autonomía laboral. La encuesta muestra también una fuerte preferencia por la autonomía laboral. Dos de cada diez jóvenes no quieren tener jefe ni cumplir horarios fijos, mientras que uno de cada dos prefiere seguir viviendo con sus padres, priorizando la comodidad y la flexibilidad sobre la independencia inmediata.
En el ámbito educativo, la tendencia apunta hacia la elección de carreras cortas y formaciones técnicas, en lugar de estudios universitarios extensos.
López Arce concluyó que la Generación Z “no es mejor ni peor que las anteriores, simplemente es diferente”.
A su criterio, el fenómeno responde a un cambio de época y de paradigma, en el que los jóvenes buscan romper con los modelos tradicionales de trabajo, consumo y vida cotidiana.
“No quieren ser más de lo mismo, y eso los conecta con un movimiento global que redefine qué significa trabajar y vivir bien”, expresó el especialista.