El arma en cuestión es un fusil AR15 calibre .223, muy similar a las armas que suelen llegar al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi ocultas entre encomiendas que traen juguetes y otros artículos.
Con la revisión de campo realizada al fusil de asalto, se pudo comprobar que no registra numeración alguna, según la Dimabel.
El coronel Marcos Mendoza, de la Dirección de Material Bélico (Dimabel), indicó para nuestro medio que también intervinieron en el hallazgo de arma larga en Tacumbú, junto a los demás agentes de la FOPE y de Criminalística, y notaron que a “simple vista el fusil se “encontraba liso”; es decir, sin registros notorios de numeración.
“El fusil quedó a cargo del Departamento de Criminalística, quienes se encargarán del peritaje mediante procesos químicos, para determinar si la numeración se le fue borrada por desgaste o si fue repintado”, detalló el militar.
El arma fue encontrada con treinta proyectiles, dentro de una mochila escondida bajo un colchón en el sector donde deambulan los internos, conocidos como pasilleros.
VENERATIO. Armando Javier Rotela, considerado uno de los criminales más peligrosos, estuvo recluido en Tacumbú, donde tomó el control, hasta el 18 de diciembre de 2023 cuando fue llevado a Emboscada.
Luego de efectuarse el tras-lado, los hombres que son leales a Rotela habrían escondido las armas que utilizaban para su protección, entre ellas tres pistolas, una escopeta y dos fusiles, que pasaban de pabellón a pabellón, evitando las requisas durante los controles de los agentes penitenciarios.
Dichos funcionarios ya recuperaron dos fusiles y una pistola, y siguen detrás de dos pistolas y una escopeta, que están en poder del clan, según los investigadores.
EMBOSCADA. Hace un mes se publicó que Armando Rotela puso en estado de vulnerabilidad el sistema de control y seguridad del nuevo penal de Emboscada, en el sector de máxima seguridad.
Se trata de la vulneración del sistema de monitoreo de cámaras de seguridad y el control de la prisión, para hacer ingresar teléfonos celulares y otros objetos, así como el reclutamiento y la pronta complicidad a favor del clan de funcionarios penitenciarios corruptos, que pusieron en alerta a todas las autoridades, tanto de institutos penitenciarios, como del Ministerio de Justicia.
La situación generó incluso el cambio del director del centro penitenciario de Emboscada, Tomás Bolaño.
El operativo Veneratio se inició durante la madrugada del 18 de diciembre de 2023. Más de 2.000 uniformados, tanto militares como policías, llegaron hasta Tacumbú para ejecutar el plan de recuperación del control de la penitenciaría. En la cárcel había 2.842 reclusos, entre ellos 1.692 procesados y 1.150 condenados, en tanto que, tras el operativo, se logró el tras-lado de unas 700 personas, en un total de 18 colectivos. La operación dejó como resultado seis reclusos y un agente policial muertos.