Por Andrés Colmán Gutiérrez
ITAGUAZU, ALTOS
13:20 |
Un ulular primitivo y gutural se alzó repentinamente desde las sombras, ante el clamor de la muchedumbre. Figuras fantasmagóricas, con el cuerpo cubierto por hojas secas de banano y máscaras de tela o madera de timbó emergieron entre el resplandor de las antorchas, mientras un aviso de alerta recorría la fría noche cordillerana: "¡Cháke guaikuru...!”.
Hubo gritos de miedo o excitación entre las mujeres que participaban de la “rúa”, cuando los enmascarados empezaron a perseguirlas, hasta atraparlas al vuelo y arrastrarlas brevemente hacia algún rincón oscuro.
En medio de un clima de fiesta popular, apegados en conservar las antiguas tradicionales folclóricas que llegan desde la época de la Conquista española, los pobladores de la compañía Itaguazú, de Altos, iniciaron anoche las celebraciones de los santos patronos San Pedro y San Pablo, que se prolongarán hasta mañana martes 30 de junio.
Una numerosa concurrencia, entre las que se destacaban personas llegadas de la capital y de otros distantes puntos del país, acompañó los ingeniosos juegos ofrecidos por los guaikuru y los kamba ra’anga, en la rústica “cancha kora” instalada en el patio del oratorio, en una especie de antifeatro natural.
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Varias mujeres visitantes aceptaron el desafío y se metieron al campo a jugar a la “rúa” (juego que consiste en una especie de duelo con antorchas de kapi’i o paja encendida), bajo el riesgo de ser secuestradas por los guaikuru.
SÁTIRA POLÍTICA. Con la animación en guaraní del locutor popular Óscar Ramírez, los kamba ra’anga ofrecieron cómicas representaciones de escenas de la realidad política actual, entre las que causaron particular hilaridad las dedicadas a los presuntos hijos del presidente de la República, Fernando Lugo, así como las derivaciones del regreso al país del ex ministro de la dictadura stronista Sabino Augusto Montanaro.
“Nuestros números cómicos son de creación colectiva. Somos cerca de 40 hombres de la comunidad, adultos y jóvenes, que nos reunimos ya dos meses antes de la fecha y tiramos ideas, le vamos dando forma a cada espectáculo y preparamos las ropas y los elementos que vamos a necesitar ese día. Todo en guaraní, con el estilo bien campesino”, destaca Alcides Candia, uno de los líderes de la Comisión Kamba ra’anga.
Alcides es hijo del recordado artesano y tallador de máscaras Prisciliano Candia, ya fallecido, quien fue uno de los más entusiastas promotores del rescate de las tradiciones en la comunidad de Yvú-Altos. “Gracias al importante trabajo que él realizó durante muchos años, hoy los jóvenes valoramos la cultura de nuestros antepasados y seguimos trabajando para que esta fiesta popular, que es única en todo el Paraguay, no se muera”, destaca Alcides.
KARU GUASU. Las celebraciones seguirán durante todo el día de hoy lunes, con una misa en horas de la mañana, un karu guasu (gran almuerzo) gratuito al mediodía para todos los pobladores y visitantes, a la tarde carrera de sortijas, y desde las 20.00 nuevamente el espectáculo de los kamba y los guaikuru.
La tercera y última jornada, que será mañana martes, será la noche de los “kamba kuña”. Se trata de un “agregado feminista” que empezó hace algunos años, cuando las mujeres de Itaguazú se cansaron de ser las eternas víctimas perseguidas por los kamba ra’anga y raptadas por los guaikuru, y exigieron invertir los roles. A las dos noches tradicionales, del 28 y 29 de junio, agregaron después “la noche de los kamba kuña”, cada 30, en que las mujeres se ponen las máscaras y los disfraces, y es el turno de ellas para ofrecer espectáculos y perseguir ahora a los hombres.
GUAIKURU Y KAMBA RA’ANGA EVOCAN UNA HISTORIA TRÁGICA
En su investigación “Las fiestas de Yvu-Altos” (Fondec, 2003), la estudiosa alemana Regina Kretschner destaca que los guaikuru eran antepasados de los indios Toba-Qom, “rebeldes ante las políticas de colonización, que se negaron a someterse al dominio español”.
Los nativos fueron una constante amenaza para los pueblos coloniales de la cordillera. “Atacaban con una táctica guerrillera, sorprendiendo a los pobladores y guarniciones. Robaban caballos, armas, ropas, artefactos y tomaban a los pobladores como prisioneros”, dice Kretschner.
Las recreaciones del ataque de los guaikuru se incorporaron a varias fiestas populares, como las de San Juan (24 de junio) y de San Pedro y San Pablo (28 de junio) mucho antes de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Hoy esta tradición solamente sobrevive en las celebraciones de la compañía Ita Guazú, así como en las festividades de San Solano, en la localidad de Emboscada.
Al contrario de los guaikuru, que conservan un estilo más tradicional, los kamba ra’anga incorporan más elementos modernos a sus representaciones.
Kretschner dice que los orígenes se asocian tanto a los soldados brasileños negros (kamba) que atacaron durante la Guerra contra la Triple Alianza, como con las máscaras de los indios guaraní-chiriguanos, o como una herencia cultural que fue traída del África por los ex esclavos negros que acompañaron al caudillo uruguayo Gervasio Artigas en su exilio paraguayo, pero no hay fundamentos sólidos para confirmar ninguna de estas hipótesis.
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Artículo publicado en la Edición Impresa