A 24 horas del anuncio del bloqueo de la capital, el primer ministro recientemente designado por Macron, Gabriel Attal, pronunció este domingo un discurso dominado por palabras como “independencia” y “soberanía” en el que también cuestiona el funcionamiento de la Unión Europea (UE).
“Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas (fitosanitarias) que a otros (países) no”, criticó Attal, en una alocución pronunciada poco después de visitar una explotación agrícola en Indre-Loire.
El jefe de Gobierno mencionó que al menos 40% de las frutas y verduras se importan (sobre todo de España e Italia) por el freno productivo que supone para Francia ciertas reglas medioambientales adoptadas en su legislación y aseveró que propondrá a sus socios comunitarios “más medidas” para blindar la soberanía alimentaria francesa.
Las declaraciones de Attal, que integra un gobierno considerado pro-UE, llaman la atención, pues, –a falta de que se perfilan esas nuevas medidas– podrían poner en cuestión el propio funcionamiento del mercado único del bloque comunitario.
Durante los más de 10 días que se extiende esta revuelta, muchos de los manifestantes se han quejado de la entrada de productos agrícolas llegados, especialmente de España, pues consideran que representan una competencia desleal por su bajo precio y que sus estándares medioambientales son peores que los franceses.
Poco antes de su discurso, Attal acudió de nuevo a una explotación agrícola con la esperanza de desactivar una protesta.
Pero ni la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (Fnsea) ni la de Jóvenes Agricultores (JJAA) de la región parisina han dado su brazo a torcer y anunciaron que van a bloquear los accesos a la capital “de manera indeterminada” a partir de este lunes 29.
Otra organización, Coordinación Rural, aseguró que viajarán a París con la meta de bloquear el mercado internacional de Rungis (afueras).