Ada Amarilla, madre de un paciente con diabetes tipo 1 de 13 años, vive cada día con la expectativa de que los insumos entregados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) puedan abastecer las necesidades del tratamiento de la enfermedad.
Camila Quintana, madre de un paciente con diabetes tipo 1 de 11 años, relató también que vive cada día preocupada porque no alcancen los insumos.
“La insulina que es vital para ellos. No estamos teniendo la cantidad necesaria. Nos dan de forma no continua. Aparte de eso, nos sentimos muy desamparados con el Programa Nacional de Diabetes”, expresó.
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Madres, padres y familiares protestaron hoy frente al Ministerio de Salud Pública (MSP) para denunciar el desabastecimiento de insumos, insulinas y otros medicamentos para tratar la enfermedad. También, reclamaron más endocrinólogos pediátricos, especialmente en hospitales de capital.
“Hoy el motivo que nos trae aquí lamentablemente es la falta de insumos. No tenemos insumos, no tenemos endocrinólogos infantiles en capital. Y básicamente lo que estamos haciendo es mendigar constantemente por los insumos que por derecho nos corresponden. Y como sabrá la mayoría, el costo de la diabetes es altísimo”, dijo Camila Quintana.
Lamentó que para acceder a los medicamentos deben consultar con endocrinólogos, pero no hay disponibles en capital, por lo que deben recorrer hospitales en Central, como Itauguá o en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu. Dijo que ambos centros están colapsados y que se hace difícil acceder a turnos para la consulta de su hijo. La espera es de casi cuatro meses, pero la enfermedad no puede esperar.
“Hoy no tenemos un buen tratamiento, lastimosamente. ¿Y qué es lo que nos espera? Que nuestros niños mueran”.
El costo de la enfermedad
Camila Quintana no retiró este mes los insumos, por lo que debió recurrir a la solidaridad del grupo de los familiares y del grupo de apoyo de padres que tienen hijos con diabetes.
“Tenemos un grupo de ayuda de padres donde, por caridad, nos estamos ayudando constantemente”.
Con los medicamentos e insumos en sus manos, Ada Amarilla, madre de un paciente con diabetes tipo 1 de 13 años, comentó que una lapicera (insulina) –que sirve para proteger los órganos – cuesta G. 180.000. La insulina ultrarrápida, que se usa antes del consumo de carbohidratos, también cuesta G. 180.000.
Ambas lapiceras de insulina, dependiendo de las dosis que usa cada paciente, tienen una duración de solo una semana. Al mes, el gasto puede elevarse a G. 1.440.000.
En el caso de la aguja para aplicarse la insulina, esta tiene un costo cada una de G. 3.500. Diariamente, usan más de 3 veces al día. Pero para ahorrar se usa la misma aguja para cada aplicación. En el Ministerio de Salud, solo les entregan 30 agujas. “Hay padres que usan una semana una aguja, porque no tienen para comprar”, contó Camila Quintana.
Además requieren las tiras, que en el Ministerio de Salud solo dan mensualmente cinco tiras por cada paciente, pero requieren cada día entre 8 y 12. El glucómetro que incluye unas 25 tiras, el cual dura 3 días, tiene un costo de G. 65.000.
Pese a los reiterados reclamos, desde el Ministerio de Salud Pública no reciben una respuesta. “Mucho protocolo, mucha burocracia, promesas y nada de resultados. No hay resultado porque no hay intención para ello de descentralizar, pero no vivimos de intenciones”, dijo Quintana.
“El Ministerio de Salud dice que ellos no tienen faltante. Entonces nosotros los padres nos vamos uniendo, porque el Ministerio dice una cosa y nosotros nos vamos y nos encontramos con una realidad diferente”, añadió.
Piden descentralizar servicios y más endocrinólogos pediátricos
Aparte del desabastecimiento de insumos, los padres y madres deben hacer un viacrucis en cada hospital de la capital en busca de endocrinólogos pediátricos que les receten los insumos y medicamentos. Claman por más médicos y un tratamiento multidisciplinario.
Rebeca Arias, madre de una paciente de 15 años con diabetes tipo 1, comentó que debe recorrer cada hospital en busca de especialistas, porque actualmente en el Ministerio de Salud ya no aceptan las recetas de los médicos (endocrinólogos pediátricos) de la Fundación Paraguaya de Diabetes (Fupadi) y que retiraban los insumos del Centro de Salud N° 9.
“Nos vamos para poder consultar en otra ciudad. Yo, por ejemplo, soy de Luque. No conseguimos endocrinólogo infantil. No nos pueden cargar la receta. No podemos retirar porque no hay endocrinólogo infantil. Tenemos que estar deambulando de hospital en hospital, averiguando dónde hay un endocrinólogo infantil para que nos puedan cargar la receta”.
Ada Amarilla señaló que quieren que el sistema mejore, que no tengan que esperar cuatro meses para consultar con el especialista y que puedan acceder a todos los insumos en los hospitales públicos. “Queremos que se proteja la insulina de nuestro hijo porque no queremos que a ningún niño le falte su insumo”.