Desde tempranas horas de hoy, decenas de feligreses de distintas edades estarán dirigiéndose a Ypacaraí para la celebración, como cada 18 de octubre, del Día de la Mater.
Esta es una de las celebraciones marianas más concurridas del país. Para la fecha está prevista la realización de cuatro misas en distintos horarios en el Santuario de Tupãrenda (Ypacaraí).
A las 09:00 la misa estará dedicada al trabajo; a las 11:30, por la juventud; a las 16:00, por la salud, y a las 20:00, por la familia.
Durante toda la jornada, los peregrinos podrán acceder al sacramento de la confesión, participar de la adoración al Santísimo y recibir la bendición de objetos religiosos, en un ambiente de fe y gratitud.
También estarán realizándose celebraciones litúrgicas en el Santuario Joven a las 10:00, 12:00, 16:00 y 19:30.
También, a las 15:40, el Ballet de Sussy Sacco brindará su homenaje artístico en honor a la Virgen. El templo de los jóvenes está ubicado en la calle Ceferino Vega 154 de Asunción.
Lema. En el año del jubileo de la esperanza, el lema de este año en la celebración es “Con María de Tupãrenda, peregrinos de esperanza”.
“En el Santuario de María de Tupãrenda se manifiesta también como madre de las vocaciones; de las vocaciones de la vida sacerdotal a la vida consagrada y matrimonial. Todas ellas anuncian y testimonian la esperanza que nace del encuentro personal con Cristo Jesús”, señalan desde el Santuario de la Mater.
El padre Óscar Iván Saldívar, rector del Santuario de Tupãrenda, invitó a los fieles de la Virgen a participar de las celebraciones centrales.
“Queremos recibir de ella en el Santuario la esperanza que no defrauda, para poder compartirla con nuestros familiares, amigos y expandirla a nuestros hogares y a toda nuestra patria”, dijo con relación al lema de este año.
El Movimiento de Schoenstatt, al que pertenece el Santuario de Tupãrenda, es un movimiento mariano de la Iglesia Católica presente en todos los continentes.
Fue fundado por el padre José Kentenich y tiene como objetivo principal la renovación religiosa y moral del ser humano y la sociedad.
El origen de esta devoción se remonta al 18 de octubre de 1914, cuando el padre Kentenich invitó a la Virgen María a establecerse espiritualmente en una pequeña capilla en Schoenstatt, Alemania.