Tampoco hay interés en Peña en disociarse de su mentor y respaldo político. El presidente reconoce que no tiene fuerza para afrontar esa batalla y que su falta de cercanía y arrastre en las bases lo deja sin armas y con la única alternativa de ceder para seguir su proyecto de gobierno.
El peñismo se convirtió más bien en una expresión de deseo, y tiene que ver con la controversia de la figura de Cartes, que es la que quiere ser separada del presidente. Tanto lo que queda de disidencia colorada como los sectores de oposición pretenden que esta dupla finalmente quede separada.
La resistencia no es hacia Peña como sí hacia Cartes. Esto se refleja en la Cámara de Diputados, donde unificar las bancadas coloradas es posible, pero solo si será en apoyo a Ejecutivo. Los que todavía ponen objeción hacia esa idea alegan que su apoyo hacia el presidente está firme, pero pasar bajo la tutela del líder de Honor Colorado es inviable.
Pero hasta ahora la dupla persiste, incluso a sabiendas de un plan del Gobierno de Estados Unidos, revelado tras filtraciones de documentos, de separar al presidente del empresario. El Gobierno de Joe Biden tenía en su hoja de ruta de combate a la corrupción en Paraguay debilitar la figura de Cartes y empoderar a Peña.
Estados Unidos mantiene buenas relaciones con el Gobierno, pero tiene vetado al líder colorado, a quien designó significativamente corrupto y emitió sanciones a sus empresas.
De igual modo, Cartes no pretende actuar en detrimento de Peña, aunque colisionen algunos lineamientos. El presidente del Partido Colorado ya mira el futuro, busca el éxito de este Gobierno y proyecta a la siguiente figura presidencial.
Pedro Alliana, Juan Carlos Baruja y Silvio Ovelar son referentes con potencial e intención presidencial. Hablar de un proyecto en ese sentido es prematuro, faltando cinco años, pero la de identificar la idea es importante porque marca el camino de la gestión de las autoridades.
Señales. Los referentes de Honor Colorado se dedicaron en la semana a mostrar todas las señales posibles de que todo transcurre con normalidad, que hay unidad y que los roces no existen.
La última reunión en Mburuvicha Róga fue todo un mensaje político.
Al día siguiente de volver Peña de su viaje a Chile, el comando de Honor Colorado se reunió en la residencia presidencial, ya no en la casa de Cartes, y fue la primera vez de tres que se eligió este lugar. También fue la primera vez que Cartes visitó Mburuvicha Róga desde la asunción de este Gobierno.
Luego de las críticas por la presencia de Peña en la casa de Cartes, que fue tomada como un acto de sumisión, el comando decidió el cambio de sitio, ya en cancha del presidente.
Honor Colorado viene de días cargados y como el mismo Peña dijo en su momento, este espacio funciona como contención para evitar malestares en su equipo, además de ser un gestor de crisis.
