Asunción y ciudades del Departamento Central sufren el azote de la violencia que no cesa, sin que haya una reacción efectiva de las autoridades responsables de brindar seguridad en el país. De hecho, es lo que menos le importa al gobierno que se va el 15 de agosto y aun mucho menos al que viene, a juzgar por las palabras del ministro del Interior designado para administrar tan importante cargo.
Durante el fin de semana se dieron varios de estos hechos, como lo ocurrido el sábado, en el local comercial denominado Jorgito Cell, ubicado en el barrio San Cayetano, de Asunción, al que llegaron hombres encapuchados para asaltar, causando terror por varios minutos.
Uno de ellos portaba un arma de fuego, realizó un disparo al techo e intimidó al vendedor, para luego romper los vidrios de los mostradores y robar celulares, tabletas, dinero en efectivo y otros elementos de tecnología que tienen un alto valor económico.
Jorge Luis Aguilar, el propietario del negocio, reveló que no es la primera vez que viven este tipo de situaciones y pidió respuestas a la Policía. “Se sabe quiénes son, son un grupo de seis personas que hacen prácticamente lo que quieren. Nosotros los comerciantes vivimos en zozobra el día a día”, dijo, en comunicación con el programa La Lupa, de Telefuturo.
En Laurelty, San Lorenzo, una cámara de seguridad captó a un hombre con machete en mano intentando asaltar a un transeúnte.
En las imágenes se puede observar que la víctima logra reducir al agresor, a quien arroja al suelo y a los gritos comienza a pedir ayuda. Llega una persona a socorrerlo y el asaltante huye.
Los vecinos denunciaron que hay mucha cantidad de delincuentes en la zona y que no pueden salir a la calle ni siquiera de día, porque ocurren los asaltos.
Además, lamentaron la precaria situación con la que trabaja la Policía Nacional, debido a que no tienen línea baja ni patrullera y son solo cinco efectivos policiales. Supuestamente, los autores de estos hechos de robos son adictos a estupefacientes.
CABLES. En la madrugada de ayer, dos hombres a cara descubierta robaron cables de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones SA (Copaco) en la zona residencial del Yacht y Golf Club, en Lambaré. Un vecino filmó el robo y lo difundió a través de las redes sociales, generando indignación entre los internautas.
En los últimos años se repite la modalidad del robo de cables para extraer de ellos el cobre que contienen y luego venderlo por kilo.
Personas adictas a sustancias como el crac son, en la mayoría de las veces, las que ocasionan este tipo de hechos.
COMBATE. Durante los últimos meses se realizaron reuniones de autoridades policiales, de la Fiscalía y representantes de la sociedad civil, buscando hacer frente a la ola de inseguridad. Una de ellas se hizo el pasado 7 de junio, con el objetivo de optimizar los trabajos preventivos de seguridad en las diferentes zonas del Departamento Central. Participaron jefes y subjefes de operaciones de comisarías que operan en esa zona del país.
Anteriormente, se realizaron trabajos similares, pero no surtieron el efecto esperado.
Otro hecho de sicariato sacude barrio de Asunción
De un disparo realizado con una escopeta fue asesinado el joven Josué Abraham Peralta Espinoza (22), a quien atacaron sicarios, en la tarde del sábado, en el barrio Tacumbú de Asunción.
Dos personas que se movilizaban en una motocicleta lo interceptaron sobre las calles 24ª Proyectada y Sebastián Gaboto, disparándole un tiro certero que lo dejó tendido en el pavimento, ante la desesperación de los vecinos.
Sus familiares no tardaron en llegar al sitio y lo encontraron totalmente ensangrentado. El joven fue llevado hasta el Hospital Barrio Obrero, donde se confirmó su deceso.
La fiscala Pamela Pérez investiga el crimen por parte del Ministerio Público y se encuentra realzando diligencias para avanzar con las pesquisas. Se están recabando testimonios de vecinos y buscando otras pistas, indicaron fuentes del procedimiento.
Hasta el momento, los sospechosos no fueron identificados ni detenidos.
Se presume que la muerte se dio en el contexto de una guerra por el control del microtráfico en los barrios periféricos de Asunción y otras ciudades del Departamento Central, según fuentes investigativas.