Fiel a su estilo, el mandatario paraguayo comenzó en buenos términos con su par del Frente Amplio, pese a sus diferencias tanto ideológicas como de relaciones geopolíticas. Ambos se reunieron por primera vez en diciembre, durante la cumbre del Mercosur en Uruguay, cuando Lacalle Pou no entregaba aún el poder y se encargó de la presidencia pro tempore.
El heredero del ex presidente José Pepe Mujica es representante de la izquierda uruguaya, pero se mantiene en buenos términos con Peña, de tendencia centro liberal, dentro de un partido que contiene células de ultraderecha.
Además, como su antecesor, Yamandú mantiene relaciones con China y está a favor de un tratado de libre comercio con esta potencia, un proyecto del Mercosur que tiene a Paraguay como principal traba, debido a que Peña decidió que su gobierno seguirá con Taiwán sin reconocer al gigante asiático.
Peña tiene buenos tratos con el socialismo de la región, representados Luis Arce, presidente de Bolivia; Gabriel Boric, de Chile; Lula Da Silva, de Brasil, entre otros.
Para sumar a la lista, entre sus primeras actividades a su llegada a Montevideo ayer, se reunió con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
Conversaron sobre la importancia de fortalecer la integración regional y generar más oportunidades de cooperación entre ambos países, informó la presidencia.
Como se hizo costumbre por ser una prioridad del gobierno de Peña, se abordó también la candidatura del canciller, Rubén Ramírez, a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Una apuesta por una América más unida y una democracia consolidada. Además, en su rol al frente de la Celac, renovó la invitación para participar en la próxima cumbre de la organización. Seguimos impulsando el protagonismo de Paraguay en la región, apostando al diálogo y al trabajo conjunto para un futuro de mayor desarrollo y unidad”, dijo el presidente.
Peña retorna el domingo, y el lunes reciben a su par alemán Frank-Walter Steinmeier.