Clarisa Enciso
En los últimos meses, luego de más de un año de pandemia, se abrió una puerta de esperanza con la llegada de las vacunas contra el Covid-19 a nuestro país. Hoy se inicia la vacunación masiva y la esperanza está firme y puesta en que pronto respiremos un aire de calma.
Los vacunatorios de todo el país son un mundo aparte, donde encontramos felicidad por recibir la dosis; tristeza, por los que se fueron, y esperanza, por lo que se viene. Cientos de historias que llegan al corazón y dejan correr una que otra lágrima. Los médicos, enfermeros y voluntarios se encuentran en primera línea conteniendo a la gente y aplicando ese puñito de esperanza.
HISTORIAS DE ESPERANZA
La doctora Rosa Benítez forma parte de la red de médicos voluntarios, y desde el Día 1 no ha parado en esta lucha. Ahora se encuentra en el vacunatorio del Polideportivo de San Lorenzo, donde —según comenta— el contacto con la gente y su primera dosis de vacuna “es indescriptible”, y, añade que la mejor recompensa que puede tener es “la cara de alegría y gratitud de los vacunados”.
“Muchos vienen temerosos, otros ilusionados, con ganas de superar momentos difíciles, porque ya tuvieron la enfermedad; es una mezcla de emociones para los que nos toca aplicar las vacunas y para las personas que las reciben”, menciona la profesional
Para la doctora Benítez, los verdaderos protagonistas de esto son los adultos, quienes acuden a estos centros acompañados de sus hijos y no pierden la oportunidad de retratar el momento histórico de recibir su anhelada vacuna, provocando una experiencia única para los médicos y la población.
“Tener una vacuna que genere una respuesta inmune y en tan poco tiempo, es una oportunidad, y genera la expectativa; esperando que en algún momento nuestra vida vuelva a la normalidad”, explica la profesional.
Lo que Benítez espera, al igual que toda la ciudadanía, es la eficacia de las vacunas, ya sea a corto o largo plazo. “Estas vacunas no serán de por vida porque cada año vamos a inmunizarnos; tampoco evitarán infectarnos del virus, pero sí puede evitar las formas graves de la enfermedad, que hemos visto en estos últimos meses”, señala.
Estos tiempos tan difíciles no han hecho diferencias sociales, políticas o de raza. Esta pandemia golpea por igual y eso se refleja en estos lugares. “En los vacunatorios he visto gente de todos los estratos sociales y edades. Todos van con la ilusión de recuperar su vida normal, volver a compartir con la familia, con los amigos, retomar las salidas de fin de semana, ir al trabajo sin ser excluidos de otros grupos por cualquier sospecha, etcétera. Son personas que quieren ser libres y recuperar su vida normal, y saben que esta es su oportunidad”, afirma. La doctora Benítez recomienda acudir a los vacunatorios para tener la posibilidad de recuperar esa vida de encuentros y relacionamiento humano que tanto hace falta. “Esperamos que la gente acuda con alegría, y no pierdan la oportunidad, y nos va a alcanzar a todos. No desconfíen que la vacuna puede salvar vidas, sin olvidar que depende de cada uno de nosotros asistir y poder formar parte de esta esperanza de vida; presuman de sus tarjetas”, dice.
MÉDICOS VOLUNTARIOS
La Red Nacional de Médicos Voluntarios fue creada hace 16 meses, en coincidencia con el inicio de la cuarentena y la declaración de la pandemia por el Covid-19. Actualmente, habilitaron las líneas de médicos y sicólogos voluntarios, donde los interesados acceden a una atención vía WhatsApp.
“Al principio, la finalidad de nuestro grupo fue atender todos los casos que no eran de Covid, ya que los servicios dejaron de atender polivalentes de urgencias, con el afán de prepararse para los casos probables de respiratorios”, comenta Benítez, añadiendo que luego fueron ampliando el servicio.