Por Raúl Ramírez Bogado
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En el Brasil, investigan el presunto robo de los discos grabados originalmente por el guitarrista paraguayo Agustín Pío Barrios, y el Departamento de Policía Federal de San Pablo, solicitó la asistencia jurídica en materia penal a nuestro país.
Es así que el exhorto de asistencia jurídica llegó ante el Juzgado de Garantías del juez Rubén Ayala Brun, a quien se le pide cite para prestar declaración indagatoria al investigador paraguayo de Mangoré, Carlos Salcedo Centurión.
Supuestamente, una colección completa de discos originales grabados por Mangoré que fueron exhibidos el lunes 2 de mayo del 2011 en el Teatro Municipal de Asunción, fueron hurtados, conforme la comunicación del Brasil.
El juez le dio trámite al pedido y corrió traslado al fiscal de Asuntos Internacionales, Juan Emilio Oviedo, quien opinó que deben enviar más documentos acerca de la investigación de la Policía brasileña sobre el robo de las obras para cumplir con el pedido.
EL CASO. Según el documento de la Policía del Brasil, “la presente investigación fue instaurada a partir de la noticia de que los discos grabados originalmente por el violinista (sic) paraguayo Agustín Barrios, que formaban parte de la colección del fallecido brasileño Ronoel Simôes”.
Añade que esta “fue adquirida por el ayuntamiento de la ciudad de San Pablo, en febrero del 2011, estaban expuestos en el Teatro Municipal de Asunción, Paraguay”.
“Existe la sospecha de que las obras fueron indebidamente sustraídas de la residencia de la viuda de Ronoel, en la ciudad de San Pablo, sin su consentimiento”, afirma.
Agrega que “en el curso de las investigaciones, se constató que Carlos Salcedo Centurión tuvo acceso a la colección en aquella residencia y que él es asesor cultural del Gobierno del Paraguay y tiene registro criminal por robo. El nombre correcto de Carlos Salcedo Centurión, como fue informado por las autoridades paraguayas es Charles Robert Salcedo” (sic).
Se envía un cuestionario de ocho preguntas que deben ser respondidas ante el juez.
DICTAMEN. Sin embargo, en el dictamen de Oviedo, señala que la Fiscalía se percató de que faltan documentos importantes para dar curso al pedido, tales como una copia de los antecedentes de las investigaciones iniciadas en el Brasil, de las testificales tomadas, de la denuncia del hurto y de la descripción de cómo existe la sospecha sobre el ciudadano paraguayo. Con ello pide más documentos antes de dar curso al pedido.
