El tiempo, la frontera y la vida cotidiana se entrelazan en El Príncipe de Nanawa, el nuevo documental de la cineasta argentina Clarisa Navas, que se estrena este miércoles 8 de octubre, a las 18:00, en la Alianza Francesa, en el marco del Festival Internacional de Cine Contemporáneo (Asuficc). La función será con entrada libre y gratuita.
Rodada a lo largo de una década entre la ciudad paraguaya de Nanawa y la argentina Clorinda, la película sigue la historia de Ángel, un niño que registró con su propia cámara escenas de su entorno, su familia y sus amigos. A través de esos registros, el filme acompaña el paso de la niñez a la adolescencia, explorando la identidad, la sexualidad, los afectos y la vida en un territorio muchas veces olvidado por el Estado.
“El Príncipe de Nanawa nace de un encuentro muy particular”, cuenta Navas a ÚH. “Conocimos a Ángel cuando grabábamos la serie Mujeres entre fronteras, junto a la guionista paraguaya Liz Haedo. Él pidió ser entrevistado, y cuando lo escuchamos hablar, nos conmovió su manera de pensar, su curiosidad y su sensibilidad. A partir de allí, nació la idea de seguir filmando juntos, sin imaginar que ese vínculo se iba a extender durante casi 10 años”, relata.
La película fue realizada con el apoyo del Incaa, Ibermedia, Proimágenes, el Fondec y el Fondo Nacional de las Artes, con la participación de la directora paraguaya Sofía Paoli Thorne (Guapo’y) y del productor colombiano Jerónimo Atehortúa. El proyecto ya recorrió festivales internacionales en Suiza, Corea del Sur, Chile, España, Alemania y Argentina, donde obtuvo reconocimientos como el Gran Premio del Jurado en Visions du Réel y el premio a Mejor Dirección en el Festival de Cine de Lima.
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Un pacto ético con la intimidad
El documental se construyó desde una profunda relación de confianza entre Navas y su protagonista. “Desde el inicio hicimos un pacto ético: Ángel debía tener la decisión sobre qué se grababa y hasta dónde. También le dimos una cámara para que él mismo filmara. Era importante no invadir su intimidad, sino acompañar su mirada”, explica la directora.
Esa dinámica convirtió el rodaje en un proceso de aprendizaje mutuo. “La película también es un ejercicio de sensibilidad. Ángel creció frente a la cámara, pero también aprendimos cuándo dejar de grabar y simplemente vivir el momento. El Príncipe de Nanawa trata, en el fondo, de eso: de estar presentes en los acontecimientos, más allá de las imágenes”, resalta.
El guaraní como identidad
La historia, que transcurre entre el castellano y el guaraní, rescata la fuerza del lenguaje como símbolo de pertenencia. “El guaraní tiene un papel muy importante en la película”, señala Navas. “De hecho, el primer encuentro con Ángel fue hablando sobre por qué en la frontera muchos padres ya no enseñaban el idioma a sus hijos. Él hizo una gran defensa del guaraní, y eso marcó el tono del filme. Fue una manera de reafirmar una identidad y resistir la estigmatización”.
Para la directora, presentar la película en Asunción tiene un valor especial. “Es uno de los estrenos que más esperamos, porque aquí se va a entender de una forma muy particular lo que la película transmite. No solo por el idioma, sino por la experiencia de vivir en la frontera, con sus complejidades y sus afectos”.
“Mientras la película despierte preguntas, pensamientos o emociones sobre aquello que solemos dar por sentado, ya será un gran triunfo”, afirma Navas. “Y más aún porque Ángel va a estar presente en la proyección, con su mirada y su voz, que son el corazón de esta historia”, finaliza.
Para saber más
- El Príncipe de Nanawa (2025)
- Dirección: Clarisa Navas
- Producción: Argentina-Paraguay-Colombia
- Coproductores: Sofía Paoli Thorne y Jerónimo Atehortúa
- Duración: 97 minutos
- Proyección: Miércoles 8 de octubre – 18:00 horas
- Lugar: Alianza Francesa (Mariscal Estigarribia 1039, Asunción)
- Entrada libre y gratuita