21 may. 2024

El MNPT denuncia ensañamiento con los pobres en controles de Covid-19

El organismo preventivo oficial contra la tortura insta a los encargados de la Justicia y al Poder Ejecutivo a buscar soluciones menos agresivas para el sector menos favorecido de la sociedad.

Organismo oficial muestra preocupación por los supuestos excesos cometidos por la Policía durante los trabajos de control del cumplimiento de la cuarentena obligatoria para combatir al Covid-19.

El Mecanismo Nacional de Prevención contra la Tortura (MNPT) emitió ayer un comunicado que “detectó situaciones que generan preocupación y que persisten en las medidas de control en la cuarentena debido al Covid-19”, por lo que considera importante una evaluación del impacto de las mismas en la vida de las personas.

Subraya que, conforme a las denuncias recibidas por el MNPT en todo el país, “la actuación policial está marcada en muchos casos por el uso abusivo de la fuerza, humillaciones y comportamientos extorsivos”.

Ello se refiere a las denuncias de castigos físicos o situaciones humillantes por las que deben pasar los detenidos, como cuando los policías obligan a los detenidos a trotar, hacer “payasitos”, gritar consignas o imitar a algún animal en una posición poco ortodoxa, ante la burla de sus captores. Se hizo viral un video donde uno de los detenidos es obligado a comer una mandioca cruda, que presuntamente había robado.

POBRES. Otra parte de la denuncia del MNPT menciona que “la mayoría de las personas imputadas son de escasos recursos”.

Expresa además que los detenidos muchas veces no tienen un justificativo escrito para su desplazamiento, precisamente porque se dedican a trabajos informales.

El documento prosigue señalando que en numerosos casos esas personas están siendo “víctimas de procedimientos extorsivos o invasivos muy cerca de sus casas, e inclusive dentro de sus casas”.

Finalmente el MNP insta a las autoridades del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial y del Ministerio Público a evaluar e implementar otras acciones para abordar la problemática.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.