“Lo primero que produce es lo que se llama edema de glotis, que para defenderse el organismo, se hincha la glotis, que es la principal vía de entrada de aire y estos pacientes empiezan a sentir asfixia y posteriormente se produce el edema pulmonar, que es que los pulmones se llenan de agua, y este es el estadio más severo”, detalló en Radio Monumental.
Este estado es el que está viéndose en los pacientes afectados por la explosión y que actualmente están en terapia intensiva. Por tal motivo, necesitan apoyo mecánico para poder respirar, explicó.
Agregó que el amoníaco es corrosivo y produce en dosis altas daños intensos en las vías respiratorias, en los ojos y en la piel. “El amoníaco es un gas muy irritante, corrosivo, picante, tiene un olor muy fuerte. Tiene la particularidad de que es muy volátil, se disemina fácilmente en el aire, y también es muy hidrosoluble, es decir, que tiene una posibilidad de absorberse por el agua muy fácilmente”, explicó el neumólogo.
Otro detalle mencionado por Fusillo es que los efectos del amoníaco no suelen ser rápidos al inhalarse, por lo que luego de un aparente estado de salud óptimo la persona puede empezar a sentirse mal.
A nivel pulmonar suele dejar lesiones que generan secuelas, como han experimentado afectados por Covid, dijo.