Sigue resonando en la mente el dato no oficial referido por las propias autoridades de que en Asunción y Central existirían más de 90.000 adictos, mientras que el único centro de rehabilitación para atenderlos solo puede albergar a 45 pacientes; por lo mencionado resulta evidente la insuficiencia y la urgencia de camas.
La inseguridad que se vive en el país también está dentro de estas cifras, ya que la mayoría de los hechos delictivos son protagonizados por presuntos adictos.
El propio microcentro de la capital ya es considerado como zona roja, por los grandes edificios que se encuentran abandonados en la zona.
Estos edificios son utilizados como guaridas por los adictos que mantienen en zozobra a los pobladores de la zona por los constantes robos.
La misma situación es replicada en otros barrios de Central, donde los presuntos delincuentes utilizan como aguantadero toda construcción abandonada.
Sin olvidar mencionar que desde esos puntos, comercializan todo tipo de drogas, además de ocultar allí los productos de robos y asaltos.
Aunque la Policía Nacional ejecuta cada fin de semana incursiones en estas zonas, estas deben ser permanentes para lograr el efecto deseado por la ciudadanía.
Reclamo. Por otra parte, el ministro del Interior, Enrique Riera, había indicado hace una semana, respecto a la implementación del Plan Sumar en Asunción y Central, que se registra un fuerte reclamo y control de la ejecución del programa en las diferentes zonas, principalmente en lo que guarda relación con el sistema de contención de los usuarios y la efectividad en las dependencias policiales.
Y el reclamo resulta auténtico, ya que de todos los centros de rehabilitación con que cuenta el Estado, el Centro Nacional de Prevención y Tratamiento de Adicciones (Cenptra) es el más completo, según lo había indicado el juez penal de la Adolescencia, Camilo Torres.
Lo Aceptan. Autoridades admitieron que el mayor obstáculo es la falta de centros de rehabilitación.
Es el caso de Óscar Campuzano, viceministro de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior y coordinador del Plan Sumar, quien había mencionado que los centros de rehabilitación están saturados y que el Estado, por sí solo, no puede dar una respuesta integral. “Se necesita un trabajo conjunto de la fuerza pública, de los centros de rehabilitación, del MEC y las familias”, señaló.
Al respecto, centros privados siguen aguardando respuestas a la propuesta de trabajar en conjunto con el Estado paraguayo, a fin de triplicar las camas disponibles para pacientes.
Gobierno procura más centros y camas con Plan Sumar
El equipo del presidente Santiago Peña parece no dar aún con la tecla para resolver el entramado dilema que representa el tercer eje del Plan Sumar; sin embargo, tantea algunas salidas con la habilitación de varios centros.
DITRES. En enero de este año, el Gobierno habilitó el Centro Residencial de Deshabituación y Rehabilitación de Adicciones (Ditres), en la ciudad de Piribebuy.
Tiene una capacidad de 30 camas, pero actualmente solo se encuentran diez personas siendo asistidas en el lugar.
Sin embargo, el sitio cuenta con una carencia en el primer y principal proceso del tratamiento de rehabilitación, que es la etapa de desintoxicación del adicto, quien deberá pasar primeramente por el Cenptra y luego ser derivado al Ditres.
UTRA. Por su parte, el Ministerio de Justicia, a través del Plan Sumar, promueve además la habilitación de la Unidad de Tratamiento y Rehabilitación de Adicciones (UTRA), en el Centro Educativo de Itauguá, que albergará a 31 pacientes.
El doctor Ibrahinm Enriquez, integrante de la Dirección de Desarrollo de la Red de Salud Mental y Adicciones, refirió que para la atención de usuarios de estupefacientes se encuentran en Asunción: el Hospital General Barrio Obrero, el Centro de Salud N° 3, el Hospital Materno infantil de San Pablo y el Cenptra.
Mientras que en Central está el Hospital Distrital de Capiatá y la Unidad de Salud de la Familia San Ramón de Capiatá. El Hospital General de Lambaré, el Centro de Atención Especializada en Salud de J.A. Saldívar, Hospital distrital de Luque, y Hospital General de San Lorenzo.