De acuerdo con Cáceres, Estacioneros y Ka’akupe nacieron al mismo tiempo, en un escenario para incentivar el registro y salvaguarda de nuestro patrimonio cultural inmaterial. “Esto con el asesoramiento de la ex directora de la Dirección del Audiovisual Susana Salerno, para trabajar por nuestro acervo cultural y a la vez cumplir una parte muy importante como país con el convenio de la Unesco subscrito por Paraguay, que trata sobre el rescate y registro del PCI, donde hemos contribuido muy poco”, señala el director.
Sinopsis. El autor señala que Ka’akupe, con una duración de 56 minutos, fue un gran desafío que inició con el fin de registrar todas aquellas acciones populares alrededor de la festividad de la Virgen de Caacupé. Hechos que están llenos de fe y esperanzas que mueven a las personas a cumplir su peregrinación en acción de gracias a Dios y a la Virgen. “A la vez veo como acciones de compromiso con uno mismo y con la vida, como es el caso de Don Bernardino Vargas, agricultor de Paraguarí que cada año al finalizar las ventas de sus sandías va junto a la Virgen con su familia en carreta por los cerros de Paraguarí y Pirayú hasta llegar a Caacupé, una tradición familiar que lo hace de generación en generación”, destaca.
Por su parte, Estacioneros, que tiene una duración de 58 minutos, nace del compromiso que asume el Grupo Estacionero de la Inmaculada Concepción de Ñemby para mantener esta tradición. “A la vez me inspiré en Cecilio Ortiz quien es abogado, docente y coordinador de este grupo, que dedica gran parte de su vida a servir a su comunidad y otras comunidades con su equipo, no solo para cantar, sino con acciones concretas”, manifiesta.