Además, indicó que quedó en evidencia que el mandatario no ejerce ninguna influencia o su acceso al presidente Donald Trump es limitado por no haber sido invitado en la asunción del mismo en EEUU.
“Primero, ellos se adjudican haberle echado (a Ostfield) y la verdad creen tener un poder que no tienen. Viven en una burbuja y en un mundo paralelo en el que creen que ellos han logrado algo. Tienen tanta necesidad de aprobación que me resulta llamativo porque Peña está en una constante necesidad de aprobación y una constante necesidad de decir estoy haciendo algo y estoy logrando algo, y entonces se embandera de cualquier estupidez como es el cambio de un embajador”, criticó.
Añadió que el presidente de la República en vez de estar pendiente de una agenda importante como la que son las necesidades de la gente en salud y educación está en la “boludez” (sic) del cambio de un embajador.
“Imagínate el nivel de bajeza o en el nivel de boludez en el que tiene que estar el presidente y la bancada oficialista para festejar el cambio del embajador”, ironizó.
Para el cartismo la salida de su acérrimo rival como era considerado Ostfield se trató de una destitución por un proceso que se inició el año pasado, cuando el Gobierno pidió mediante un comunicado que se acelere su retiro del país, bajo el argumento de pérdida de confianza, tras las sanciones a Tabesa.
“Hermano querido, querete un poco (Peña), un poco de amor propio y mejor dedicáte a lo realmente relevante en política exterior”, fue la sugerencia para Peña.
Acotó que si solo en eso se basarán las relaciones bilaterales con ese país, debería esforzarse más en lograr mayor cooperación y dejar de perder el tiempo en sus “tour”.
“Deben dejar de embanderarse de este tipo de estupideces”, manifestó.
Cabe remarcar, que un cambio que resultó llamativo por parte del Ejecutivo fue el del embajador de Paraguay en EEUU, José Antonio Dos Santos Santos, que se da luego de que el mandatario haya pasado un papelón con Trump.