Hoy meditamos el Evangelio según san Mateo 19, 3-12.
Para sacar adelante esa empresa es necesaria la vocación matrimonial, que es un don de Dios, de tal forma que la vida familiar y los deberes conyugales, la educación de los hijos, el empeño por sacar adelante y mejorar económicamente a la familia son situaciones que los esposos deben sobrenaturalizar, viviendo a través de ellas una vida de entrega a Dios; han de tener la persuasión de que Dios provee su asistencia para que puedan cumplir adecuadamente los deberes del estado matrimonial, en el que se han de santificar.
Por la fe y la enseñanza de la Iglesia, los cristianos tenemos un conocimiento más hondo y perfecto de lo que es el matrimonio, de la importancia que tiene la familia para cada hombre, para la Iglesia y para la sociedad.
De aquí nuestra responsabilidad en estos momentos en los que los ataques a esta institución humana y divina no cesan en ningún frente: A través de revistas, de escándalos llamativos a los que se da una especial publicidad, de seriales de televisión que alcanzan a un gran público que poco a poco va deformando su conciencia.
Quienes han recibido la llamada a servir a Dios en el matrimonio, se santifican precisamente en el cumplimiento abnegado y fiel de los deberes conyugales, que para ellos se hace camino cierto de unión con Dios.
El papa Francisco, a propósito de la lectura de hoy, dijo: “Nosotros debemos caminar con estas dos cosas que Jesús nos enseña: La verdad y la comprensión. Y esto no se resuelve como una ecuación matemática, sino con la propia carne: Es decir, yo cristiano ayudo a esa persona, a aquellos matrimonios que atraviesan una dificultad, que están heridos, en el camino de acercamiento a Dios. Permanece el hecho que la verdad es aquella, pero esta es otra verdad: Todos somos pecadores, en camino. Y siempre está este trabajo por hacer: Cómo ayudar, cómo acompañar, pero también cómo enseñar a aquellos que se quieren casar, cuál es la verdad sobre el matrimonio”.
(Frases extractadas de http://www.homiletica.org/francisfernandez/franciscofernandez0366.htm y http://es.catholic.net/op/articulos/5057/cat/331/lo-que-dios-unio-no-lo-separe-el-hombre.html#moda).