Explicó que se trata de una denuncia donde se desarrolla una teoría con base en actuaciones de funcionarios y legisladores.
Precisó que no se puede demostrar en la denuncia “un hilo conductor de cómo se confabulaban esas personas”.
“No hay evidencia, salvo el relato, que es un descargo político que menciona que durante todo este mandato fue perseguido”, manifestó.
Resaltó que existen dos principios a tener en cuenta tras los hechos que denuncia el ex presidente de la República: el acto de los funcionarios, siempre que esté dentro de la ley es lícito, y “no se puede cuestionar una investigación”; y la libertad de prensa de publicar las investigaciones, lo cual tampoco se puede cuestionar.
Resaltó que el delito de persecución política no existe y que, por otro lado, sí existe la persecución de inocentes, que para que pueda ser analizado la Fiscalía deberá terminar de estudiar las causas abiertas, imputar y llevar adelante el proceso.
“No van a poder avanzar, mientras las causas terminen, no se puede abrir”, refirió, resaltando que hay muchos obstáculos en esa denuncia.
En cuanto a la amenaza de Yamil Esgaib al fiscal general Emiliano Rolón, opinó que el sector político no puede incidir.