Un mensaje de esperanza que impulso a ser valientes y a tener ‘la paz del alma’ precisamente en las pruebas -la enfermedad, la persecución, los problemas de cada día en familia- seguros que después se vivirá el gozo verdadero, porque ‘después de la oscuridad siempre llega el sol’.
San Pablo -conocía lo que sucede a todos nosotros en la vida-, es decir, tener -un poco de miedo-. Un miedo que nos lleva incluso a revisar nuestra vida cristiana, preguntándonos quizás si, en medio de tantos problemas, en el fondo -no fuera mejor bajar un poco el nivel- para ser -no tan cristiano-, buscando -negociar con el mundo-, para que -las cosas no sean tan difíciles-. Existe -el miedo del cristiano, la tristeza del cristiano-.
Por lo demás, explicó el Pontífice, -nosotros debemos decir la verdad: No toda la vida cristiana es una fiesta. Se llora, muchas veces se llora-.
Las situaciones difíciles de la vida son múltiples: Por ejemplo, hizo notar, -cuando tú estás enfermo, cuando tienes un problema en familia, con los hijos, con la hija, con la esposa, con el marido. Cuando ves que el sueldo no llega a fin de mes y tienes un hijo enfermo y ves que no puedes pagar el préstamo de la casa y tienes que irte-. Son -muchos problemas los que tenemos-. Y sin embargo, -Jesús nos dice: no tengáis miedo-.
Es, de hecho, -un gozo que se purifica con las pruebas, por las pruebas de cada día-. Dice el Señor: -Vuestra tristeza se convertirá en alegría-. Un discurso difícil de hacer comprender, reconoció el Papa. Si, en efecto, -tienes paz en el alma en el momento de la oscuridad, en el momento de las dificultades, en el momento de las persecuciones, cuando todos se alegran de tu mal, es el signo claro de que -tú tienes la semilla de aquella alegría que vendrá después-.
(De http://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2014/documents/papa-francesco_20140530_tristeza-alegria.html).