El fiscal Luis Piñánez dijo estar de acuerdo con los tres años de prisión que dictó como condena por extorsión el Tribunal de Sentencia en contra de Ramón González Daher, el ex dirigente deportivo que ya suma con esta cuatro penas.
“Estamos conformes. Se demostró la existencia del hecho y la participación del acusado”, citó el fiscal Luis Piñánez. El empresario Alberto Antebi declaró ser víctima de extorsiones por parte del potentado Daher con cheques hurtados, para cobrar sus deudas.
Ver también: Ramón González Daher recibe su cuarta condena: Dictan tres años de prisión para el usurero por extorsión
Finalmente, el fiscal refirió que “lo importante es el mensaje que se da a la sociedad, de que nadie está por encima de la ley y de que en su momento, todos estamos sometidos a la Justicia”.
¿Cómo extorsionaba?
El fiscal relató que Alberto Antebi era una persona deudora, “uno de los tantos que él tenía”. Como Ramón González Daher se dedicaba al préstamo de dinero de forma personal, entonces es difícil establecer algún tipo de control sobre cómo operaba.
Sin control, los intereses rayaban la usura, un hecho que se comprobó en un juicio en su contra, en diciembre del 2021, hecho por el cual fue condenado a 15 años de cárcel.
Ahora en el nuevo juicio por extorsión, la estrategia de la defensa fue que no existió delito alguno, teniendo en cuenta que lo que hizo Ramón González Daher no fue más que reclamar un derecho de crédito que él tenía.
“La hipótesis del Ministerio Público es que en ningún momento se niega que entre esas dos personas existía una relación comercial. La cuestión es que para cobrar una deuda existen los cánones y los estándares para hacer un juicio ejecutivo, por ejemplo”, sostuvo Piñánez.
Ver más: Más de 100 familias quedarán sin viviendas por comiso a RGD
Lo que se demostró en juicio es que Antebi mucho tiempo atrás hizo un crédito con González Daher, pero el pago era algo de nunca acabar.
Su modo de operar
El fiscal detalló el modus operandi: “En principio (Ramón) prestaba dinero, garantizaba con cheques y después, eventualmente sabiendo la persona no iba a poder cubrir la deuda, entonces daba únicamente la opción de canjear esos cheques que él tenía como garantía por otros nuevos, pero ya con un monto mayor al cheque anterior”.
Y eso generaba ya un trazado, un camino hasta llegar al tiempo que Alberto Antebi hizo la denuncia por extorsión, en el 2021.
“Su finalidad no era cobrar una deuda, sino obtener ilícitamente un beneficio económico”.
“Le reclamaba la fecha del pago, pero sabía bien que no iba a pagar y entonces él le decía: ‘Si no me venís a pagar, entonces estos cheques que tengo a mi favor, voy a presentar en el banco’, y la consecuencia obvia es la cancelación de la cuenta. Y para un comerciante, la cancelación es la muerte financiera prácticamente”.
Fue a partir de ahí que se demostró directamente, no solamente el canje del cheque por un monto muy por encima de la deuda, sino que también ya le decía que transfiriera cuatro inmuebles que tenía por valor de USD 800.000, pero que se hacía figurar como que con eso se daban USD 200.000.
Todas las acciones posteriores al crédito, él no hacía por su propia voluntad, explicó el fiscal. “Él era presionado, agobiado por una relación comercial de diez años atrás”.
Ya en el 2021, al parecer estando privado de su libertad, Ramón González Daher le llamó a Alberto Antebi y le dijo que tenía tres cheques.
“Llamativamente, esos son cheques que se habían hurtado del Juzgado, que habían sido evidencias en otro juicio que él tenía”, detalló Piñánez.
Datos del teléfono confirmaron las extorsiones, dijo
En un momento del juicio contra Ramón, se presentaron copia de las capturas del teléfono del acusado, y allí el Tribunal de Sentencia, como medida mejor proveer, ordenó la pericia del teléfono del empresario Antebi para corroborar los mensajes.
De esa extracción de datos participaron peritos técnicos de la Fiscalía, de la querella adhesiva y la misma defensa.
Se confirmaron las comunicaciones entre ambos y se obtuvo un informe de la empresa telefónica, donde decía que Ramón González Daher era el titular de la línea.
Allí se confirmó que hubo una coerción constante.
El fiscal se refirió a que “el hecho de ser acreedor de alguien no te da el derecho de que te busques cualquier forma para aprovecharte de la gente. Existe norma donde tenés el derecho de accionar judicialmente”.
Sin embargo, en el juicio se corroboró que la finalidad de González Daher no era cobrar una deuda, sino “obtener ilícitamente un beneficio económico”, porque él sabía que no iba a cumplir y ahí se aumentaba la deuda.