El senador Eduardo Nakayama calificó como un “despropósito”, “vergüenza” y una “bofetada” a la ciudadanía que se destinen G. 5.000 millones para “albergar a más parásitos en el Congreso”.
Es en relación a la ampliación del edificio, con más oficinas climatizadas en el polémico quincho de oro y en el cuarto piso, y que ya está en proceso de adjudicación.
En medio de los cuestionamientos, anunció que presentaría un proyecto para eliminar el privilegio de los funcionarios públicos que a los 2 años ya tienen estabilidad laboral, mientras que los trabajadores privados a los 10.
“Aquí, nosotros, no necesitamos más funcionarios ni necesitamos más espacios. Lo que necesitamos es recortar la planilla de funcionarios en la máxima expresión posible”, consideró el legislador.
“No digo que nos quedemos sin funcionarios, pero podemos, por lo menos, bajar en un 30% la cantidad; pero no ampliar ni mucho menos oficinas”, consideró.
“Este edificio, que fue denominado platillo volador, fue donación del gobierno de Taiwán. Yo estuve en el Congreso de Taiwán, este año; que es unicameral; no hay dos cámaras. Funciona en una antigua escuela de niñas de la época de la ocupación japonesa”, explicó a la prensa.
“Una potencia mundial, como Taiwán, tiene su Congreso funcionando en un edificio de los años 20 o 30, con una total austeridad y, nosotros, aquí, un país pobre, con una cantidad al menos tres veces menor de habitantes, tenemos en un Congreso Bicameral, una cantidad excesiva de funcionarios”, comparó el senador.
“No tiene ningún sentido que sigamos manteniendo aquí esta claque política corrupta que lo único que hace es empobrecer al pueblo paraguayo”, despotricó.
“Es realmente una afrenta a la ciudadanía. Tenemos que recordar que gran parte de los recursos del fisco, de contribuciones, impuestos, tasas, van destinados a pagar salarios, gastos rígidos. ¿Cuánto queda para inversión? Prácticamente nada. Tenemos que de una vez por todas hacer recortes”, sostuvo.
privilegio. “Voy a presentar un proyecto de ley para eliminar el privilegio que tienen los funcionarios públicos de que a los dos años ya tienen estabilidad laboral”, dijo.
“¿Pero quién les dijo que son semidioses?, ¿porqué tienen estabilidad laboral a los dos años y los trabajadores del sector privado a los 10 años?”, reclamó el senador.
“Vamos a trabajar en el ámbito legislativo. Estuvimos hablando con la senadora Kattya González a los efectos de crear una ley sobre el funcionario legislativo”, indicó.
“Que se pueda, por lo menos, en este espacio, regular esta parte. Cada senador o diputado va a tener tantas personas y punto“, fue su sugerencia para limitar.
“Se entiende que tenga que tener una persona, por lo menos, de recepcionista; otra, para atender a la gente o un asesor jurídico. Se entiende cinco, pero un legislador no puede tener 20, 30 personas a su cargo, y hay casos aquí en el Congreso”, aseguró, aunque sin especificar los nombres.
empresa familiar. Nakayama también fue consultado sobre los casos de nepotismo que afectan tanto a los senadores como a diputados.
“Todos sabíamos que hace décadas había unas familias privilegiadas en los cargos públicos, pero ahora se ha perdido totalmente la vergüenza”, fustigó el senador.
“Se llenan los espacios de familiares. Esto se ha convertido casi como una empresa familiar, donde cada uno pone a sus retoños, pero más que eso también con sueldos exorbitantes”, dijo.
“Creo que hay una gran responsabilidad de los actores políticos porque ellos no pueden desentenderse de lo que está pasando (...) Están exponiendo a los jóvenes de manera innecesaria”, acotó.
Es una bofetada al pueblo paraguayo que se destinen 5 mil millones de guaraníes para albergar a más parásitos, porque esa es la verdad.
Voy a presentar un proyecto para eliminar el privilegio de funcionarios de estabilidad a partir de 2 años. Eduardo Nakayama, senador liberal
5.000 millones de guaraníes es lo que se presupuestó para la ampliación del Congreso y ya hay adjudicación.
Rabonean hijos de diputados contratados con sueldazos
Los privilegiados casos de contratos en la Cámara Baja para familiares de parlamentarios no solo tomó el tinte de jugosos salarios y sin concurso alguno, sino que ahora se añadiría que presumiblemente, amparados por sus padres, los hijos contratados rabonean.
El joven hijo de la diputada de Alto Paraná, Roya Torres, tal como publicó Última Hora la semana pasada, fue nombrado con G. 9.500.000. Se presume que el contrato fue fruto del canje por lealtad a la actual conducción del gobierno.
El joven se llama Elías Godoy Torres y es hijo del matrimonio integrado por la parlamentaria y el intendente de Presidente Franco, Roque Godoy.
Ayer, se buscó hablar con el joven que tuvo la suerte que su primer trabajo ya sea jugosamente remunerado, presumiblemente por influencia de su madre, pero la oficina de la diputada estaba cerrada.
Del mismo modo, otro liberal dionisista, Cleto Giménez, quien coincidentemente con el caso de su colega también logró este periodo que la Cámara contrate a sus hijas.
Sendos contratos se produjeron en setiembre. Uno benefició a Maricela Giménez Rotela, que percibe un salario de G. 7.700.000 y otro para Johana Giménez Rotela, con un ingreso de G.3.300.000.
Cabe resaltar que tampoco la oficina del diputado de Canindeyú estaba abierta al público, por lo que se presume que allí nadie fue a trabajar.
Los casos de Torres y Giménez se unen al del diputado Alejo Ríos y sus colegas Játar Fernández, Mino Adorno, Germán Solinger, Benjamín Cantero, todos, con parientes directos en la Cámara. Cabe añadir que la Cámara también albergó a hijos del Senador, Silvio Beto Ovelar y del vicepresidente de la República, Pedro Alliana. Varios legisladores además mediante claro tráfico de influencias, lograron que leales y operadores políticos tengan un ascenso meteórico.
Es el caso del propio titular de Diputados, Raúl Latorre, cuyo secretario Germán Jovellanos gana G. 26 millones. También el diputado Carlos Núñez Salinas tiene a su teólogo Carlos Argüello de asesor