24 ene. 2025

Congreso Nacional no debe ser refugio de operadores políticos

De acuerdo con el anteproyecto de Presupuesto General de Gastos la Nación (PGN 2024), para Diputados y Senadores, se calcula que se tendrán 18 funcionarios por cada legislador. No se cuestiona la importancia de contar con asesores, ni la cantidad de funcionarios o asesores, pues estos cumplen una función que debe colaborar para el buen trabajo parlamentario. Se debe sin embargo asegurar que estos realmente están capacitados y aportan, y no son simplemente operadores políticos o compensaciones por apoyos electorales.

Según el anteproyecto de Presupuesto General de la Nación 2024, con relación a las remuneraciones por cargo previstas tanto para la Cámara de Diputados como la de Senadores, se cuentan 2.270 funcionarios para ambos cuerpos legislativos, que trabajan para apoyar el trabajo de los 45 senadores y 80 diputados. Además de estos, se debe sumar a los otros 600 funcionarios que dependen del Congreso Nacional. Sumando todos estos cargos se tiene un total de 2.870 funcionarios, lo que correspondería a 18 funcionarios para cada legislador.

De acuerdo con el anteproyecto, estamos hablando de un gasto mensual de 3 millones de dólares, lo que al año se convierte en USD 40 millones. En estos montos no se incluyen los salarios de los congresistas.

En lo que será considerado del PGN2024 también se contempla que de los 2.870 cargos, 558 tienen gastos de representación. En la lista de cargos de Diputados hay cerca de 349 cargos de asesores con diferentes categorías cuyo salario piso es de G. 4.500.000 y van hasta G. 19.300.000. Asimismo, se cuenta con un total de 126 directores, los cuales están divididos en diferentes categorías y cuyas remuneraciones van de G. 11.800.000 a G. 19.700.000.

Al mismo tiempo, en cuanto a Senadores, se cuentan 44 asesores que ganan salarios que van desde G. 5.000.000 a G. 8.500.000. La Cámara Alta tiene cerca de 139 directores que ganan, según su categoría, entre G. 6.500.000 a G. 19.300.000.

El proyecto de Presupuesto General de Gastos de la Nación para el ejercicio fiscal 2024, presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas, asciende a un total de 112,5 billones de guaraníes, lo que supone un aumento de 7 billones y representa un 6,8% con respecto al Presupuesto vigente, que es de G. 105,36 billones.

Considerando muy relevante la labor que deberían desempeñar nuestros diputados y senadores, no se puede cuestionar el gasto en salario de funcionarios y asesores. No obstante, es totalmente legítima la preocupación ciudadana de que, todas las personas que trabajen para el Congreso Nacional deben ser funcionarios capaces, responsables y comprometidos, y en cuanto a los asesores, estos también deben ser los mejores profesionales ya que es fundamental su labor para acompañar la elaboración de leyes.

Con cierta frecuencia surgen denuncias sobre la existencia de planilleros, es decir, funcionarios que en realidad no desempeñan función alguna en una institución, excepto la de cobrar su salario; así también, se ha llegado a cuestionar la existencia de directores que cobran montos millonarios, el director de copias fue hace un tiempo uno de esos casos. También podemos recordar los cerca de 20 contratados para el mantenimiento de dos ascensores. Y, hace apenas algunas semanas, un grupo de diputados presentaron la propuesta para que sea restituido en el presupuesto el beneficio de los cupos de combustible, alegando que la mayoría se moviliza desde el interior hasta la capital para cumplir con sus tareas y que utilizan recursos propios. Estos tienen la intención de modificar la ley “que prohíbe la asignación de combustibles a las autoridades y funcionarios de los tres poderes del Estado y de los organismos y entidades del Estado”.

El país ya no puede permitirse que el Presupuesto General de Gastos de la Nación se desangre para pagar compromisos de la campaña electoral, como tampoco es aceptable que funcione como una agencia de trabajo Vip para amigos y familiares. Estos gastos son innecesarios e injustificables y son privilegios de los politiqueros que no benefician al pueblo paraguayo, que con tanto esfuerzo sostiene la enorme estructura del Estado.

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