El despegue se realizará desde el centro espacial de Xichang, en la provincia central de Sichuan, utilizando un cohete portador Larga Marcha-3B.
Según el organismo, los preparativos avanzan con normalidad y el vehículo lanzador está a punto de ser abastecido con combustible.
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La sonda Tianwen 2, compuesta por un orbitador y un módulo de reentrada, ha superado satisfactoriamente todas las fases previas, incluidos el ensamblaje final, pruebas funcionales, carga de combustible, integración con el cohete y ensayos conjuntos de lanzamiento.
También se han completado los simulacros a escala total con participación de los centros de control espacial de Pekín, Xi’an, buques de seguimiento Yuanwang y otras estaciones de apoyo.
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Esta será la primera misión china de recogida y retorno de muestras de un asteroide, un objetivo que podría aportar datos clave sobre el origen del sistema solar.
La sonda orbitará durante varios meses alrededor del cuerpo celeste –descubierto en 2016 y considerado un cuasisatélite de la Tierra– antes de descender para recolectar muestras mediante un brazo robótico.
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Tras esa fase, el módulo de reentrada traerá las muestras de regolito de vuelta a la Tierra.
China invirtió fuertemente en su programa espacial y consiguió alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna –primera vez que se logra– y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país –tras la extinta Unión Soviética y Estados Unidos– en amartizar.
Además, el país asiático opera su propia estación espacial, la Tiangong, que funcionará durante unos diez años y podría convertirse en una de las principales plataformas orbitales en funcionamiento, especialmente a medida que la Estación Espacial Internacional –una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial– se acerque a su retiro, previsto para 2030.
Fuente: EFE.