El procesado como cerebro del crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia, Francisco Luis Correa, de 43 años, fue uno de los primeros detenidos en confesar su participación en el magnicidio y en pedir perdón a la familia.
Según una información brindada a Telefuturo por la periodista Catalina Vargas Vergara, de la Alianza Informativa, uno de los aspectos de la investigación del homicidio del fiscal antidrogas son las expresiones de Correa, quien dijo que las autoridades paraguayas sabían del peligro que corría Marcelo Pecci.
“El testigo estrella del caso aseguró que las autoridades paraguayas sabían del riesgo que corría el fiscal Pecci, ya que se había frustrado un atentado contra el fiscal paraguayo en el Brasil. A pesar de ello, las autoridades de nuestro país no brindaron los mecanismos de seguridad al fiscal”, dijo la periodista en su informe.
Lea más: Cerebro del crimen de Pecci pide perdón a la familia y criterio de oportunidad
La colaboración de Correa derivó en la detención de los hermanos Andrés Felipe y Ramón Emilio Pérez Hoyos y Margareth Chacón, esposa de uno de ellos, como las personas que le contrataron y pagaron para realizar el asesinato.
Durante un interrogatorio, Correa había indicado a los investigadores que, el 2 de mayo de 2022, el confeso narco Ramón Pérez Hoyos lo buscó para comentarle que había “una vuelta” para matar al fiscal Pecci.
Más colaboración de Paraguay
El fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, pidió a Paraguay mayor colaboración para avanzar en las investigaciones del caso Marcelo Pecci.
“Nosotros hemos hecho la tarea que debimos de hacer, tenemos múltiples condenados, continuamos con la investigación. Creo que le corresponde a Paraguay ahondar en lo que respecta a la preparación del crimen y cómo ocurrió”, dijo el fiscal.
Las autoridades colombianas tienen sospechas de que la orden de asesinar al fiscal paraguayo Marcelo Pecci pudo ser dada por un criminal que maneja el narcotráfico en toda América Latina.
El 10 de mayo del año pasado, el fiscal antidroga se encontraba disfrutando de las últimas horas de su luna de miel junto a su esposa en la isla Barú, Colombia. Solo minutos antes habían anunciado que estaban esperando un hijo.
Casi siendo el mediodía saltó la noticia de que lo habían asesinado, hecho que conmocionó a todo el país y el mundo.