Por infracciones varias, carencias de documentos, trasgresiones a las leyes de tránsito. Estas son algunas de las razones por las que en la zona de Cordillera se incautan todo tipo de motocicletas y vehículos en general.
Como los decomisos ocurren a diario, el patio de la comisaría de Caacupé –como ocurre en varios destacamentos policiales de otras localidades cordilleranas– se convirtió en un “cementerio” de motos, en particular.
Ante esto, la Fiscalía de Caacupé alquiló un predio para las evidencias. La mayoría de las motos son abandonadas por sus dueños, pues les resulta más barato pagar en cuotas una nueva que abonar la multa para retirarla. DB