La Cámara de Senadores terminó por prestar el acuerdo constitucional, tras un álgido debate, a los designados a embajadores para Taiwán y Turquía.
En el caso de Darío Filártiga, propuesto para Taiwán, hubo un fuerte rechazo de la oposición, que incluso dejó sin cuórum la sesión por considerar una incoherencia que “un hijo de la dictadura stronista” sea representante ante un aliado democrático como Taiwán.
No obstante, primó la decisión del Ejecutivo y obtuvo el acuerdo de la mayoría en una sesión extraordinaria convocada para el efecto.
A pedido de la Comisión de Relaciones Exteriores, presidida por el senador Antonio Barrios, la Cámara estudió el mensaje del Ejecutivo para prestar acuerdo a Filártiga como embajador ante Taiwán, y para Cirilo Guillermo Sosa Flores ante Turquía.
“Le estamos enviando a una persona que ocupó la Subsecretaría del Ministerio del Interior en tiempo de Augusto Montanaro, en tiempos de la dictadura, en tiempos donde en este país se torturaba y se mataban opositores y se perseguía del de Interior y desde otras instituciones a los opositores y él era el número dos del Ministerio del Interior”, refirió Rafael Filizzola sobre la nominación de Filártiga.
“Él representa un pasado nefasto para nuestro país. Ahora, qué mensaje le enviamos a la comunidad internacional mientras el presidente Santiago Peña habla de un ‘gigante que se levanta’, de derechos humanos y de libertades, cuando en esa época se cerraba por resolución del Ministerio del Interior, medios de comunicación, cerraron ABC, Ñandutí, y qué mensaje le enviamos a Taiwán, que cuando un embajador es acreditado ante un país lo primero que hace el Gobierno es ver qué antecedentes, de dónde viene”, indicó.
Puso de ejemplo qué había pasado si en Argentina, “(Raúl) Alfonsín le hubiera mandado a Videla de embajador argentino en su momento”…
Añadió que el perfil de Filártiga al proponerlo como embajador es un desacierto. “Nosotros estamos enviando a una persona que representa un momento de la historia de nuestro país y que es corresponsable políticamente de hechos de terrorismo de Estado y de crímenes de lesa humanidad”, denunció.
La senadora Celeste Amarilla, en la línea de su colega, restregó a su colega Barrios el tratar de esconder el perfil más oscuro del otrora funcionario de la dictadura.
“Lo de pyrague es hartamente conocido por quienes nos oponíamos a Stroessner, mientras otros estaban gozando de la dictadura, llevando y trayendo chismes a Montanaro, para que aprese, torture y mate a opositores. Gran currículum que usted no leyó por completo presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores”, apuntó.
“Pyrague del dictador”
Calificó de un contrasentido que el gobierno del presidente Santiago Peña solicite el acuerdo a favor de su candidato a embajador para una República de China (Taiwán) a la que precisamente se le elogia por su democracia.
“Mientras tanto le enviamos a un esbirro, al secretario, al pyrague del dictador y no entiendo francamente quién hace estas listas y le tenía en un mejor concepto al canciller”, expresó.
El senador Eduardo Nakayama, por su parte, expresó su desacuerdo en vistas de que con “Taiwán se comparten los principios de los valores democráticos (…) y ellos también han sufrido una dictadura y, sobre todo, han tenido una ley marcial hasta 1986 y bajo esa ley marcial también ha muerto mucha gente, perseguida y torturada; entonces el pueblo taiwanés va a comprender perfectamente nuestra oposición a prestar nuestro acuerdo”, manifestó.
La senadora Yolanda Paredes tildó a Filártiga como autor “moral” de crímenes en la dictadura. “Este personaje estuvo en función pública en aquella época y apañó torturas y desapariciones forzosas de ciudadanos paraguayos, porque acá la represión nunca hubiera sido posible si no existieran cómplices o autores morales y autores morales son aquellos que sabiendo perfectamente de la comisión de hechos punibles, se callan y otorgan y ese es el personaje que vamos a enviar en representación del pueblo paraguayo”, indicó.
El senador Ignacio Iramain despotricó contra el papel que Filártiga protagonizó en la dictadura, diciendo que su comportamiento fue el de un “animal no sintiente”.
“La crueldad con la cual se manejó durante esa etapa no tiene nombre, por ser responsable político de la tortura bien organizada y represión violenta hacia mucha gente durante bastante tiempo”, explicó.
La serie de descalificaciones hacia el perfil no apto de Filártiga prosiguió con el senador Éver Villalba, quien dijo que esta decisión del Ejecutivo va de la mano de otras medidas desacertadas de su equipo político.
“Desde que asumió este gobierno, expulsamos a una senadora, le negamos la inscripción automática de compatriotas residentes en el extranjero, le mutilaron a la ley de la concertación y ahora van a presumir de un hijo de la dictadura en representación de Paraguay. Son coherentes, y ustedes mismos se encargaron de que la gente no sepa u olvide de ese proceso triste de nuestra historia”, indicó.
El senador Derlis Maidana trató de desmarcar a su partido de ser la única institución política que toleró una dictadura. “La dictadura no es patrimonio exclusivo del Partido Colorado, no se olviden de que de 1904 a 1947 ustedes (los liberales) les persiguieron a propios correligionarios de ustedes”, acotó.
Tras esto, el senador Rafael Filizzola pidió la palabra para anunciar que miembros de la multibancada se retiraban y así lo hicieron. Solo quedaron 21 senadores en sala, por lo que se levantó la sesión.
De inmediato se llamó a una extra donde los colorados, con apoyo de miembros del PLRA y opositores aliados al cartismo, finalmente aprobaron los acuerdos con 25 votos.