Este domingo se cumplieron 40 años de la ordenación sacerdotal del cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de Asunción, en una jornada marcada por una misa de celebración, que incluyó una previa peregrinación arquidiocesana de catequistas, desde la parroquia de la Encarnación hasta la Catedral Metropolitana, que se llenó de fieles.
En una carta pública, el primer cardenal del Paraguay destacó que sus años de ministerio le enseñaron “la importancia que tiene el pastor de ser próximo y cercano, especialmente hacia los más vulnerables”, refiriéndose a “los pobres, los enfermos, los pequeños y olvidados”.
También agradeció a la familia católica, con quienes compartió “momentos de gran crecimiento espiritual”, entre los que incluyó a sus “hermanos obispos, diáconos, sacerdotes, seminaristas, religiosas y religiosos, y a todo el pueblo de Dios”.
El cardenal destacó que en la fecha también se celebra la festividad de San Bartolomé Apóstol y señaló que se trata de “un día muy especial” para él, debido a la conmemoración de su ordenación sacerdotal, en el año 1985, en la parroquia La Piedad de Asunción, en manos del monseñor Seán O’Malley, entonces obispo de la Diócesis de Saint Thomas, en el Caribe, Estados Unidos de América.
Recordó que su elección de vida sacerdotal “nació de la certeza de que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6), y en Él encontré la fuente y la razón de mi entrega”.