El ministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo, manifestó que la cancelación del contrato para envío de vacunas por parte de la empresa G42, que es una subsidiaria de la firma Sinopharm de China, pudo ser por razones geopolíticas.
Dejó en claro que no hubo daño patrimonial ya que se devolvió todo el dinero invertido para la compra de estos biológicos. Esta firma, con base en Emiratos Árabes, tenía que enviar un millón de vacunas a Paraguay. Por esas dosis se pagaron como anticipo un total de USD 5 millones.
“Podemos decir que sí (hubo presión de China), la verdad de las cosas es que no hubo daño patrimonial, se devolvió centavo sobre centavo sin mayores explicaciones. Puedo deducir que hubo una presión diplomática”, explicó en contacto con radio Monumental 1080 AM.
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Además, descartó que la postura sea por cuestiones de producción de las vacunas. “La cuestión es que las vacunas chinas no llegaron porque la empresa emiratí, con licencia de China, ha rescindido unilateralmente el contrato”, agregó.
Acevedo dijo que no cuenta con “ningún elemento de juicio tangible” y que no pasó por Cancillería el contrato ni los motivos de rescisión del compromiso.
“No tenemos nosotros ningún elemento de juicio tangible, no pasó por nuestra institución el contrato ni los motivos de rescisión del contrato”, puntualizó.
En abril se firmó el contrato con la empresa G42 y se realizó el pago de un anticipo. Posteriormente, se pagó otro monto de dinero por la primera recepción de 250.000 dosis de la vacuna, que arribaron al país.
A finales del mes de julio, el ministro de Salud, Julio Borba, manifestó que por “cuestiones inexplicables” recibieron la notificación de que el contrato iba a ser rescindido de manera unilateral y que las explicaciones las tendría que dar Cancillería Nacional.