El ultraliberal Javier Milei comenzó la presentación de Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica, una hora y media después de lo previsto, a las 21:27 hora local (00:27 GMT del jueves).
El “show”, costeado por la editorial que publica su libro en Argentina –a la que el presidente cedió sus derechos de autor hasta saldar la deuda del alquiler del recinto–, fue un momento inédito en el país suramericano, acostumbrado a líderes identificados con el populismo.
El presidente, que inicialmente había previsto presentar su último manual económico en la 48 ª edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, llegó al escenario del mítico pabellón porteño con su atuendo habitual: Una gabardina de cuero y un traje negro.
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El Luna Park, escenario de conciertos, peleas de boxeo y partidos de baloncesto –entre ellos, uno en el que participó durante su mandato el ex presidente Carlos Menem (1989-1999)–, fue el escenario de un acto político inclasificable al que asistieron varios miles de seguidores del mandatario.
Entre el público, absolutamente entregado a Milei, no faltaban los partidarios más acérrimos de “las ideas de la libertad” y del presidente: Leones, trasuntos del propio Milei, del personaje de cómic El Zorro –definido por el libertario como un “héroe anarcocapitalista"– o del ex presidente estadounidense y aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump (2017-2021).
Los asistentes versionaron éxitos del rock argentino, agitaron numerosas pancartas y cánticos contra la ex presidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) o contra el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez.
"¡Pedro, compadre, la concha de tu madre!”, repitieron los seguidores del presidente argentino ante un risueño y burlón Milei, cuyos dichos en Madrid contra la esposa del líder socialista, Begoña Gómez, han desencadenado una crisis diplomática entre ambos países.
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Tras un paseo entre el enfervorizado público, Milei dio comienzo al show junto a los hermanos Benegas Lynch, miembros de La Libertad Avanza, la fuerza política de ultraderecha liderada por él, y uno de sus biógrafos: Un “concierto” más breve de lo previsto en el que entonó Panic Show, del grupo argentino de rock La Renga.
“Hola a todos, yo soy el león, rugió la bestia en medio de la avenida”, gritó Milei, que invitó a la corista del conjunto a unirse a su actuación.
Tras el tormentoso recital, el libertario brindó un extenso discurso en el que desgranó las ideas principales de su libro.
Pasaron los minutos y las referencias a los economistas de la Escuela Austríaca, la predilecta de Milei, se sucedieron sin pausa entre el desconcierto y la incomprensión de algunos asistentes, que exigían más celeridad.
En este punto, Milei sacó su artillería pesada para un público que llevaba casi doce horas concentrado en las proximidades del Luna Park.
Se refirió al aborto como “agenda asesina” y lo comparó con la “masacre de judíos” por parte de los antiguos egipcios; calificó al dictador fascista italiano Benito Mussolini como “un señor de izquierdas” y culpó al “maldito Estado” y al “buenismo socialista” de la miseria global.
En la “zona VIP” del público, Milei contó con la mayor parte de su gabinete –entre ellos, la vicepresidenta Victoria Villarruel y la ministra de Seguridad y rival de Milei en las urnas en noviembre, Patricia Bullrich–; empresarios y líderes de opinión en las redes sociales.
Tras casi una hora de discurso, el mandatario afrontó con menos júbilo la segunda parte del acto: Un diálogo junto al diputado de su fuerza política, José Luis Espert; y el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
Con Espert, con quien ha vivido altibajos políticos en los últimos años, protagonizó varios momentos “humorísticos” no siempre refrendados por las risas del público.
Citó al cantante español Nino Bravo para elogiar una de sus canciones más célebres, Libre, y se comparó con el capitán de la selección argentina de fútbol campeona del mundo, Lionel Messi.
Entre anécdota y anécdota, la expectación inicial se vio sustituida por la aceleración desmedida y atropellada en los últimos minutos.
"¡Viva la libertad, carajo!”, concluyó Milei ante un Luna Park que había empezado a vaciarse mucho antes.
Fuente: EFE