Clarisa Enciso
@Encisoclarisa
Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, dice una famosa frase de Eduardo Galeano que se adapta a la actividad solidaria organizada para ayudar a la joven Renata Tiretta, que nació con agenesia del brazo izquierdo, a conseguir una prótesis biónica.
Una mano para Rena (literalmente) se denomina la campaña solidaria que se inició en redes sociales para ayudar a la joven a obtener una prótesis biónica para su brazo izquierdo, que tiene un costo de G. 670 millones.
Para llegar a la meta y contar con este dispositivo tan particular que ayudará a mejorar su calidad de vida, se está organizando una gran comilona para el próximo domingo 10 de marzo, en la sede de los ex alumnos del San José. Las entradas tienen un costo de G. 50.000 e incluyen cinco tickets de bebidas y/o comida.
En el lugar, habrá variedad de comidas, postres y bebidas, así como artistas en vivo y entretenimiento.
Entre los platillos confirmados hasta la fecha se encuentran el brisket (corte de carne), desmechado de cerdo con salsas, burguer gurmet, paella, risotto de pollo, feijoada, pastelería, postres, helados, barra de tragos, entre otros menús que se estarán agregando con el correr de los días.
“La idea del evento es ir a pasarla lindo con amistades, familia, conocidos y, de paso, ayudarme a cumplir este sueño de obtener una prótesis biónica”, manifestó Renata a Última Hora.
En cuanto a los artistas y shows en vivo, indicó que son varias propuestas de entretenimiento las que tienen previstas para el 10, al tiempo de invitar a más artistas a que se sumen para llegar a la meta.
“Aprovecho para invitar a más artistas a formar parte del evento, y personas que puedan ayudarnos con la logística y los equipos de sonido”, señaló entusiasmada la joven.
Renata Tiretta es una joven apasionada de la vida y las pequeñas cosas que la rodean. Tiene 24 años y es tesista de la carrera de Sicología Comunitaria.
Además, es facilitadora de rondas de terapia comunitaria integrativa, esto, con el objetivo de lograr que las personas se encuentren en los espacios públicos como el Parque Caballero, otras plazas de la ciudad y reuniones online, para abordar lo que atraviesan y descubrir recursos para sobrellevarlo.
“Es un gran aporte para la salud mental y una actividad que amo y me enriquece muchísimo. Como decimos, ‘el cuerpo grita lo que la boca calla’, y buscamos con la escucha sanar mente y cuerpo”, aseguró.
MIRADA EMPÁTICA
Rena, como le dicen de cariño, nació con agenesia del brazo izquierdo, situación que, según sus propias palabras, “no cambiaría aunque pudiese (...). Por todos los aprendizajes que me brindó y la manera en la que influyó en mi identidad, mi forma de entender al mundo y a las personas desde una mirada empática”, indicó.
Comentó que nunca pidió, en lo que va de su vida, una prótesis, debido a su tan elevado costo, así como a la dificultad para conseguir una de tecnología avanzada en Paraguay.
“Después de un largo proceso de aceptación y gracias a que se me presentó la oportunidad, ahora tengo la posibilidad de conseguir una prótesis biónica que me permitirá ser una persona más autónoma y mejorará significativamente mi calidad de vida”, aseguró.
La prótesis tiene un costo de G. 670 millones y es de la empresa Ottobock, una de las mejores en el mundo.
“Hoy estoy acudiendo a la solidaridad de las personas para cumplir el sueño de ser la primera persona con una prótesis biónica de miembro superior en el país”, sentenció la joven, quien espera llegar a la meta.
Amor de madre
Para Marcela Gómez Navarro, Renata es su regalo del cielo, ya que es su primera hija, la cual buscó durante seis largos años.
“Cuando supe que vino al mundo sin el antebrazo y mano izquierda, le pedí a Dios que sea feliz”, recordó.
Señaló que Dios la escuchó, porque le regaló a Renata muchos dones que demostró desde pequeña.
En cuanto a la profesión que escogió su hija, manifestó que se encuentra feliz y orgullosa, ya que es para ayudar a muchas personas sin recursos.
La madre solo espera llegar a la meta con la actividad. “Renata tiene un espíritu libre e independiente, y esta prótesis va a mejorar notablemente su calidad de vida y va a potenciar sus tiempos, haciendo más fácil tareas cotidianas como subirse un cierre, atarse los cordones, cocinar”, sentenció.