Cristian Morínigo Ojeda, alias La Gorda, líder de la barra organizada La Plaza del club Cerro Porteño, fue detenido por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en la noche del último miércoles, en un operativo desplegado en el barrio Itá Pytã Punta, de la capital, a metros de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
El jefe barrabrava manejaría una red criminal dedicada al microtráfico de drogas en al menos 40 barrios de la capital y zonas aledañas, de acuerdo con la institución interviniente.
Según las primeras informaciones, el hombre alquilaba una habitación dentro de un inquilinato y ese lugar era utilizado como el punto central de acopio de drogas previo a la distribución. Fue detenido en el lugar.
Se encontraron drogas en su poder
El procedimiento, que se realizó durante la noche del miércoles, estuvo bajo la coordinación de la fiscala Pamela Pérez
Con el operativo se ejecutó la irrupción e incautación de más de 3.600 dosis de drogas, entre pasta base “chespi” y clorhidrato de cocaína, dos armas de fuego y proyectiles, dinero en efectivo y balanzas de precisión
Según las investigaciones, el detenido lideraba una estructura compuesta por aproximadamente 2.000 integrantes, con jefes zonales que respondían directamente a su mando.
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Se estima que hasta el 50% de las drogas que circulaban en Asunción provenían de esta red.
Entre los barrios con mayor presencia de esta organización está Santa Ana, Roberto L. Pettit, Tacumbú, San Pablo, San Vicente, Loma Pytã, Republicano, Barrio Jara, Ita Pytã Punta y Fernando de la Mora, zona sur.
Vinculado a la dirigencia de Cerro
La investigación además arrojó vínculos comerciales con barrabravas de clubes rivales, a los que no quiso mencionar el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas, Jalil Rachid, en una entrevista con radio Monumental 1080 AM esta jornada, sobre el operativo.
El detenido mantenía vínculos con la dirigencia actual y sectores políticos ligados a Cerro Porteño, lo que le permitía obtener privilegios, incluso tras haber sido sancionado por hechos violentos entre facciones del mismo equipo deportivo.
Pese a ello, su acceso a eventos de fútbol no fue restringido.
De acuerdo con Senad, el hombre participaba activamente en reuniones y actividades en las que participaban altos directivos de Cerro Porteño.