El jugador del club Libertad, Adalberto Román, llegó hasta el santuario de la Virgen en compañía de su familia para agradecer por el 2015 y pedir por el año que viene.
Comentó que todos los años llega hasta la Villa Serrana en esta fecha para renovar la fe, pero dijo que este año en particular es para agradecer por la llegada de su segundo hijo.
“Para el país pido que siempre haya progreso y que los gobernantes puedan hacer mejor su trabajo; y para el fútbol, que nuestra selección se clasifique para el mundial”, manifestó.
Agregó que también agradece a la Virgen por este año en lo personal y pide para el 2016 un título para Libertad.
No vidente. Lorenza Alcaraz de Ibarra participó de una de las misas matutinas durante el novenario de la Virgen Serrana, aprovechó para confesarse y pedir por su salud.
Comenta que desde muy pequeña llega a Caacupé desde la ciudad de Paraguarí, en compañía de su familia. Esta vez fue acompañada por una de sus siete hijas, su comadre y una hermana.
“Me alegra que ahora los jóvenes se acerquen más a la Iglesia porque anteriormente los católicos eran muy apáticos. Yo siempre pido a Dios por la juventud y para mi país paz y tranquilidad”, expresó.
Tupãsy Ycuá. Luego de rendir homenaje a la imagen que representa a la madre de Dios en la tierra, los feligreses también visitan el Tupãsy Ycuá, donde aprovechan para descansar bajo la sombra de los árboles y refrescarse con el agua que brota de la tierra.
Desde Acahay, Bernardina con su marido e hijas se toman su tiempo para descansar bajo la sombra de los árboles y llevar un poco de agua del Ycuá antes de retornar a su hogar.
La mayoría de las familias o grupos de amigos, como los ciclistas de Pedro Juan Caballero que pedalearon tres días para llegar hasta Caacupé, por lo general primeramente agradece por todo lo que pasó durante el año que termina para luego renovar su promesa y realizar sus pedidos de salud y trabajo.